LA DISCOTECA 4

3K 110 1
                                    

Al llegar hicimos una fila y pasamos el local, estaba a reventar, ubicamos una mesa al lado de la barra y nos sentamos pedimos 3 mojitos para empezar porque había barra libre hasta las 3 de la mañana, brindamos por nuestro logro, al fondo suena un reggaetón nos vamos a bailar y cantar a todo pulmón.

Estaba tan concentrada que cuando me percate estaba bailando sola mis amigas ya se encontraban bailando con unos caballeros muy guapos, salí de la pista a la barra y pedí otro mojito, lo tomo. Me voy hacia la mesa en eso tropieza conmigo un caballero y derramo todo el trago en su espalda y digo como alguien puede ser tan estúpido como para caminar de espaldas en una discoteca, el hombre se voltea y dice así como alguien puede ser tan ciega para derramar su bebida en otra persona.

Cuando voltea quedo impactada es un hombre hermoso, alto, con el cabello negro, ojos verdes, una barba bien arreglada y un físico que ósea pensándolo bien, es todo lo que me receto, el doctor me saca de mis pensamientos diciendo una foto te duraría más.

Reacciono en ese momento y le digo guao como entro tu ego, en este lugar tan lleno él me observa y sale un intento de sonrisa, pero su ego no permite más que eso, le digo me debe mi bebida, él me mira y responde hasta donde se es barra libre ósea no lo tengo que pagar solo pedir que lo traigan.

Lo observo y le digo, eso es obvio, lo puedo hacer yo, pero eso no quita el hecho que usted fue un torpe, me observa y dice como cabe tanto resentimiento en un cuerpo tan pequeño como ese, lo observo indignada y le digo ¿me llamo enana?

Él dice jamás solo que comparada con mi tamaño es como una pequeña muñeca de porcelana, lo miro indignada y le digo ósea, le parezco débil en cualquier momento, me puedo quebrar. Ese es su impresión y me dice no, por el contrario, la encuentro muy fuerte, altanera y odiosa, ¿no sabe que esa boquita la puede meter en serios problemas?, frunzo el ceño y le digo ¿si como cuál señor ego? En eso llegan mis amigas y le dicen guapo y tú quién eres, yo le digo un caballero muy impertinente y egocéntrico para mi gusto, adiós ojalá no vuelva a tener el placer de topármelo en el futuro. Y así seguimos bebiendo y bailando con los chicos guapos que conocieron mis amigas, debo admitir que son agradables y lindos, me hicieron olvidar el mal rato que pase con el egocéntrico hermoso que tropecé hasta que no recuerdo como llegue a casa.

EL SEÑOR EGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora