Viaje 9

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Así transcurrió una semana trabajando, alistando todo para el viaje y gracias a dios no tuve más encuentros con el egocéntrico, tuve que despedirme de mis amigas y de mis padres, los cuales están tristes, pero orgullosos de mí. En la empresa me hicieron una pequeña Reunión de verdad que tengo mucho que agradecerles, gracias a ellos estoy por vivir la mayor experiencia de mi vida y así me despedí de mi país Venezuela.

En el aeropuerto abordo el avión de la empresa y lo veo sentado con su vista fija en su computador, al sentir mi presencia levanta la vista y dice—, bienvenida, preciosa, ¿pudiste pensar en mí?—. Yo solo ruedo los ojos y le digo, solo pienso en cosas importantes, él me observa con cara de serio, yo tomo asiento, me coloco los audífonos dejándolo con la palabra en la boca.

Así transcurre todo el viaje hasta que aterrizamos y me dice sígueme querida lo sigo sin alegar porque estoy muy cansada. Nos subimos a un auto que presumo es suyo y salimos rumbo a no sé donde porque por más que le pregunte no respondió jamás.

Llegamos a un conjunto habitacional hermoso, se ve muy familiar, niños en la calle, personas con sus perros, de momento se detiene el auto, se abre un portón y entramos en un jardín muy hermoso con una fuente y un camino de piedras a cada lado de la entrada. No voy a negar que estoy emocionada, pero a la vez asustada no creo que yo pueda pagar una renta aquí y tener para el resto de mis cosas.

Él me abre la puerta baja y me dice—, bienvenida a mi hogar—, yo lo observo y le digo, debe haber un error, ¿yo no puedo estar en el mismo lugar que usted?—,

Cuando la escucho hablar aprovecho de dejarle claras las cosas, ¿tú de ahora en adelante estarás donde yo este quedo claro, no repito las cosas dos veces?—,

Me quedo sin palabras y cuando reacciono ya me encuentro en el living que es muy hermoso realmente tiene buen gusto todo es moderno, llamo su atención y le digo yo no puedo estar aquí pídame un taxi y me iré a un hotel esto no está bien—,

La observo y hablo, ya dije que vivirás bajo mi techo, no voy a permitir que vivas en otro lugar, no me importa si está bien o no aquí, las reglas las pongo yo, no estás en Venezuela, ahora estás en mi territorio bajo mi responsabilidad y mis normas. ¿Te quedo claro?, siéntase como en su casa, tu habitación es la que está al lado de la mía.

Ya esta preparada mañana mi nana te dará un tour de la casa, ahora vamos a descansar, estoy agotado, te presto una camisa para que duermas, mañana todas tus cosas estarán en tu habitación—,

Me guía, entro en la habitación y él sigue a la suya, me pasa la franela, me ducho y pienso, no puedo dejar que él me dañe el mayor sueño de mi vida, llamo a mi familia, hablamos un rato, luego a mis amigas las cuales no paran de reírse por mi mala suerte con este hombre.

EL SEÑOR EGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora