LA EMPRESA 11

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Lo sigo y cuando llegamos al edificio es igual a mi antiguo lugar de trabajo, él me enseña su oficina, la cafetería, etc. así pasamos el día hasta que es tarde y dice vamos a almorzar.

Salimos a un restaurante que según él es su favorito y hacen la mejor lasaña del mundo, al llegar nos llevan a la mesa él ordena para los 2 y pide vino tinto, cuando sirve el vino se acerca una mujer muy bella, rubia, ojos azules, parece una modelo y grita—, amor—,

Él se levanta de la silla, ella se acerca y le da un beso en la boca, el cual él corresponde y la aprieta contra su cuerpo como si se la va a comer en ese momento y se me sale, ¡mejor, busquen una habitación!, el muy engreído me dice —, ¿estás celosa? ¡Tú puedes ir a mi habitación cuando quieras!—,

Le digo tranquilo en español para que la modélito no entienda yo paso, ¿no seré la de turno?, eso es para este tipo de mujeres cabeza huecas con mucha silicona.

La rubia se gira hacia mí y dice—, ¿tú quien eres que haces con mi hombre dice en italiano?—, a lo que yo le contesto en el mismo idioma, soy la gerente de la empresa.

Ella le dice —, ¿me puedes explicar esta escena? —, Y él le dice, ella es la nueva gerente, llego recién ayer, la estoy llevando a conocer—, ¿ella dice no tienes empleados para eso? Y discuten un rato.

Él la despide, llega la comida y comemos en silencio, él rompe el silencio, me pide disculpa y dice que ella —, es mi novia Priscila y es muy celosa, pero que se le pasara —,

Yo lo observo y le digo si yo consigo novio a lo mejor tampoco le guste que coma con mi jefe y mucho menos que viva bajo el mismo techo.

Él me ve enojado y dice —, ¿que parte de que no puedes tener pareja no entiendes?—. Suelto una carcajada y le digo, ¡usted, no puede mandar en mí, no se confunda, soy su empleada, hasta hay! —, ¡Eres la mujer de mi casa, serás mi esposa y la madre de mis hijos, ahora si te quedo claro o lo dibujo!—

Nunca seré nada suyo, acaso se le olvida un detalle, una rubia modelo que hizo una escena horita, ¡entienda no soy ni seré juguete de usted ni de nadie, nuestra relación será meramente profesional!

Alessandro dice—, ¡eso, ya lo veremos, mi pequeña ingenua se levanta y dice, nos vamos!


EL SEÑOR EGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora