Un Amor Por Contrato [Chanmin]

SETTE

Seungmin.

Tal y como él había dicho, me ayudó a ducharme y a curar mis recientes heridas, siendo cuidadoso y delicado, parando cada vez que soltaba un quejido o daba un respingo por el dolor.

Su olor me mantuvo tranquilo todo el tiempo al igual que su tono de voz, bajo y tranquilo, mostrándose paciente e incluso gracioso para que yo no llorara por el dolor que me provocaba el alcohol en mis heridas. La más difícil y dolorosa de tratar fue la de la frente, pero con paciencia logró curarla debidamente, aún cuando volví a soltar lágrimas debido al dolor.

—Taehyun debió dejar un cambio de ropa para la fiesta, ¿no es así?— preguntó cuando comenzó a guardar todo nuevamente en el botiquín.

—Para los dos, en realidad— respondí viéndolo moverse de un lado al otro.

—Entonces, eh, te cambias mientras yo bajo unos minutos y regreso para cambiarme— informó y yo asentí, sin despegar la mirada de él.

—¿Me dejará mucho tiempo solo?— me atreví a preguntar y él frenó para luego voltear a verme, entendiendo el significado de mis palabras.

—¿Tienes mucho miedo aún?— se acercó hasta mí y se arrodilló delante, dónde finalmente hicimos contacto visual y yo asentí, ladeando la cabeza por el color de sus ojos.

Uno estaba brillando en un tono azul muy intenso y el otro es aquel negro propio de Christopher, por lo que inmediatamente supe que estaba compartiendo conciencia con Chan gracias a una clase que me dió Beom hyung la semana pasada.

—Un poco, no quiero estar solo— confesé, bajando mi mirada para evitar la suya—. Siempre me da miedo quedarme solo por si llego a tener otro episodio de ansiedad— expliqué, apenado y queriendo que la tierra me trague.

—No estaré mucho tiempo allá abajo, te lo prometo, confía en mí— acarició mis brazos por encima de las heridas y yo asentí, confiando en él.

Después de todo, era lo único que podía hacer, ahora mismo solo lo tenía a él y yo necesitaba poder apoyarme en alguien para no volver a caer y él no se mostró enojado o incómodo por eso, por lo que supongo que no le importará ser mi apoyo en este momento.

—Entonces aquí lo espero, Chris hyung— traté de sonreír y él asintió, conforme.

—Si te sientes muy mal o asustado, colócate mi saco, lo dejé guardado en el closet y lo marqué con mi aroma más de lo necesario— se colocó de pie y me miró unos segundos, segundos en los que me permití perderme en sus ojos bicolores, hasta que finalmente suspiró y besó delicadamente mi mejilla—. Te veo en un rato.

Salió de la habitación y cerró la puerta detrás de él y yo finalmente pude respirar con normalidad, dejando salir un gran suspiro cuando mi lobo reaccionó a las feromonas con las que había dejado impregnada la habitación. Me tiré de espaldas a la cama y tomé una de las almohadas y la abracé, pensando y tratando de entender el cambio de actitud que tuvo de un momento a otro y simplemente llegué a la conclusión de que actuó por lástima hacia mí, eso es lo que sucedió. Me vio, me ayudó por si alguien más llegaba hasta donde estábamos y me encontraba a mí completamente solo, sufriendo y a él por ahí bebiendo vino en la fiesta.

Con esa duda ya resuelta, me levanté de la cama y me dirigí al armario donde papá había guardado los trajes, tomando el que me correspondía y colocándolo en la cama para inspeccionarlo correctamente antes de vestirlo. 

Como ya la noche había caído, la tela del traje era en un tono claro y la verdad, no me importó mucho, sólo podía estar agradecido por no tener que usar nuevamente un corset como acostumbraba a hacer y así mi adolorido cuerpo podía relajarse debidamente. Comencé a vestirme, con toda la tranquilidad que quise y al momento de ponerme la camisa miré mis brazos llenos de nuevas heridas e irritados por los cuidados previos que tuvo mi piel luego de eso. Ignorando la presión que sentí en mi pecho y los aullidos de dolor que soltaba mi lobo, seguí colocándome la ropa.