QUARANTASETTE

695 84 220
                                    

Un gran lobo gris se podía ver corriendo por todas las transitadas calles de Sidney, con sus fuertes patas pisando el pavimento, sus azules y brillantes ojos mirando a su alrededor y su fuerte mandíbula abriéndose y cerrándose en gruñidos cuando lo trataban de detener.

Los transeúntes y emocionados niños grababan a la feroz fiera y pronto, la noticia se hizo tendencia. Los coches frenando antes de chocarlo, las personas apartándose y la policía tratando de evitar las grabaciones.

Detrás de él, un par de camionetas negras se abrían paso entre el montón de coches estacionados a mitad de la calle, con los alfas dentro llenos de ansiedad por no saber lo que haría la bestia delante de ellos.

Un alfa era capaz de muchas cosas y peor aún un alfa puro convertido en lobo; un peligro total para la sociedad, sin respetar casta o poder social. Un alfa por su omega, era capaz de todo lo inhumanamente posible.

Luego de unos minutos, vislumbró la enorme iglesia a unos metros, acelerando el paso de sus pasos si es que era posible. Captó el olor a tabaco, ton y fresas, más otras docenas más a las que no les dió importancia, él solo iba por dos que reconocía muy bien.

—No hagas nada loco, por favor— pidió Chris.

—¿Por quién me tomas? Sé muy bien lo que estoy haciendo.

—Sólo te recuerdo que nuestro cachorro está ahí dentro.

—Calla, ya lo sé.

Los alfas y betas que mantenían la iglesia rodeada, frenaron a la imponente bestia, impidiéndole el paso. El lobo, como respuesta, les gruñó, provocando que inclinen sus cabezas en señal de respeto.

—Esperen, es Christopher, o bueno, su lobo— un alfa pelinegro se abrió paso entre sus hombres hasta que se posó delante de la bestia.

El lobo lo miró con ojos brillantes, esperando no muy pacientemente a que el alfa frente a él se mueva y poder descuartizar con sus propios colmillos a los malditos hijos de puta que se atrevieron a tocar a su cachorro.

—Escucha, Beomgyu y Taehyun están ahí dentro, esperamos la señal de dos de mis hombres que están espiando y ahí podremos atacar, trata de mantenerte tranquilo y por favor, no expulses feromonas, nos estás mareando a todos— suplicó el alfa y el lobo asintió, apaciguando un poco su olor.

—¿Cuándo será la orden?

—Escucha lo que dijo San hyung, hay que esperar que-

Un disparo se escuchó no muy lejos de ellos, con el lobo parando sus orejas para escuchar mejor y el líder de los alfas, corriendo hacia una de las camionetas para saber lo que sucedía.

—¡Hay cruce de fuego, el padre del niño está herido!— gritó Seongwha a su superior y éste miró a la bestia, asintiendo con la cabeza una orden silenciosa.

Todos le abrieron el paso y salió corriendo hasta las puertas, donde gruñó y mostró sus filosos y fuertes colmillos en amenaza, provocando que por unos segundos, los disparos cesen.

En esos míseros segundos escaneó a su alrededor con rapidez, viendo el cuerpo del omega tirado en el suelo, el alfa padre del cachorro a su lado tratando de detener la herida en su abdomen, los dos alfas culpables de su sufrimiento estaban escondidos detrás de columnas de la iglesia y su pequeño, su pequeño estaba hecho bolita en el suelo, evidentemente asustado y con un estúpido vestido de novia alrededor de su cuerpo.

—Oh, no, eso sí que no.

—¡¿Qué crees que haces?!

Gritó cuando lo vio correr en medio de las balas hacia los dos alfas, quienes salieron corriendo en cuanto lo vieron ir hacia ellos.

Un Amor Por Contrato [Chanmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora