QUARANTATRE

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Christopher.

Tres días han pasado desde que no sé nada del cachorro.

No he salido de casa, he comido muy poco, no he aceptado las visitas de mis amigos o de mis padres y lo único que he hecho es llorar y aferrarme a la ropa del cachorro que aún conserva su aroma.

Mi lobo no ha dejado de llorar desde que el lazo con el cachorro se cortó y decir que me he sentido cerca de la muerte es demasiado doloroso, mucho más cuando ya he tenido la misma sensación antes cuando aún era pareja de Baekhyun y él se marchó de mi lado de un día para otro, así como lo hizo Seungmin, pero sé que él no lo hizo porque así lo quiso.

Minyoung no ha regresado a su casa desde hace varios días, dijeron los trabajadores que me recibieron hace tres días en la mansión Kim. No sé a dónde pudo haber ido o qué le estará haciendo al cachorro. Estoy asustado, y enojado; es una mezcla de emociones demasiado extraña en la que predomina el odio hacia Minyoung.

Suspiré y apreté la almohada que hace tres días pertenecía al cachorro y que aún conservaba su aroma. Mi lobo se echó boca abajo y comenzó a sollozar, pasándome sus emociones a mí y provocando que mis lágrimas caigan en la almohada del cachorro y que me aferre a la misma con posesividad, como si él estuviera aquí conmigo.

Me hacían falta sus caricias en el cabello o cuando besaba mis labios en medio de conversaciones sin sentido pero que tenían mucho sentido para él. Cuando se aferraba a mi pecho cada vez que se quedaba dormido o cuando lo sostenía entre mis brazos porque no quería caminar. Extraño tenerlo cerca y ni siquiera ha pasado una semana desde que nos separamos.

Me levanté de la cama y entré a nuestro closet, donde estaban sus pertenencias ubicadas por colores, tal y como le gustaba organizarlas cada vez que doblaba la ropa que lavaba. Tomé las que más olían a él y las fui juntando sobre uno de mis hombros, así hasta tener alrededor de doce sudaderas, cuatro camisas sin manga y varias más de mis sudaderas que acostumbraba a usar por su gran tamaño. Dejé todas las prendas sobre la cama y tomé también las almohadas que pertenecían a él, luego fui a la sala y tomé los cojines que más olieran a él y los dejé sobre el montón de ropa y finalmente me acosté sobre la cama, disfrutando de cómo su olor me rodeaba, dando la sensación de que lo tenía junto a mí.

Tomé mi teléfono que estaba sonando en algún lugar de la habitación y contesté la llamada de San, quien tenía la respiración agitada y se escuchaba ansioso del otro lado de la línea.

—Jefe, tenemos noticias.

—¿Lo encontraron?

—Nos han dado una ubicación donde posiblemente esté el niño.

—¿Y por qué no has ido?

—Están fuera del país, señor.

Me levanté de mi lugar y apreté el teléfono contra mi oreja.

—¿A qué te refieres con eso? No lo pudieron haber sacado de forma legal, todos los aeropuertos, estaciones de bus y trenes están alertados para dar reporte si se ve por aquellos lugares.

—Al parecer lo sacaron por mar, el mercado negro de la pesca, o eso quiero creer.

—¿Dónde está? ¿Sabes ya quién lo tiene aparte de los dos alfas? ¿No hay más implicados?

—Está en Australia, señor. Y sí, parece que hay un tercer implicado, se llama Byun Baekhyun, al parecer es un omega, según mis informantes.

Mi sangre se congeló al igual que mi respiración, mi corazón comenzó a latir apresurado y podía sentir cómo mi lobo gruñía con odio por la mención del omega.

Un Amor Por Contrato [Chanmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora