DICIANNOVE

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Seungmin.

Navidad era mañana. Eran exactamente las cuatro con treinta y cinco minutos de la tarde de un veintitrés de diciembre y yo no sabía absolutamente nada acerca del alfa.

El departamento estaba completamente silencioso y no había rastro alguno de su olor; o del mío. Habían pasado tres días con exactitud y el alfa no se había reportado conmigo o con Sunghoon hyung, estaba completamente desaparecido y yo no hallaba qué hacer para entretenerme con algo. La programación de la televisión no me gusta, el teléfono me aburre y ya leí todos los libros que el alfa tiene en su estudio; incluso volví a transmutar a mi lobo la segunda noche que él no apareció y terminé completamente agotado. Y aún no tenía respuesta suya.

Ayer incluso traté de comer algo, pero terminé vomitando en el baño del pasillo y hoy no intenté comer, temía vomitar nuevamente y que el progreso que había tenido el último mes se fuera a la basura, pero era muy difícil cuando no lo tenía a él a mi lado diciendo que todo estaba bien y mi mente solo podía recordar las hirientes palabras de mi padre.

Los minutos seguían pasando lenta y tortuosamente y pronto dieron las siete de la noche. Hacía frío que calaba hasta los huesos y yo solo portaba una sudadera negra del alfa, la única que aún portaba un poco de su aroma porque las demás estaban recién lavadas y olían solo a suavizante de ropa. Las puertas del balcón estaban abiertas de par en par y yo me encontraba sentado en uno de los sillones, viendo la nieve caer y jugando con los copos de nieve que caían sobre mi cuerpo.

Suspiré, cansado, y entré al para nada cálido ambiente de mi hogar y cerré las puertas del balcón antes de dirigirme a la sala y encender la calefacción. Un baño a esta hora no le haría mal a nadie y así podría acostarme a dormir y pedirle a la diosa Luna para que mi alfa regrese pronto o que siquiera se contacte conmigo.

Entré al baño y abrí la pluma de la bañera, echando al agua las lociones de durazno que uso siempre y me metí al agua, encendiendo unas bocinas que el alfa tiene incorporadas en el baño y conecté un poco de música, específicamente todo el repertorio de la agrupación de la que mi alfa es el líder.

Muy pronto, 42 de 3RACHA comenzó a reproducirse y no pude evitar sonreír al recordar la gran amenaza que le hizo la señora Bang una vez fue su lanzamiento.

Me sumergí en el agua, ésta última y la música me aislaron de todos los sonidos del exterior y solo me concentré en las voces de mis hyung's y la verdad, yo fácilmente podría identificarme con el coro de la canción. Sentía que había hecho algo más y esos pensamientos comenzaron a calar y dar vueltas en mi cabeza, me comencé a aturdir y solo pensé en que quería un poco de paz.

¿Había hecho algo mal? ¿Se enojó conmigo por algo? La felicidad no es duradera, yo más que nadie lo sabe, pero había comenzado a sentirme bien por la sensación de ser feliz que incluso había olvidado lo que se sentía estar triste. Fue como ese respiro, ese descanso antes de volver a mi realidad, que ahora estar de vuelta en ella se siente doloroso.

El aire comenzó a faltarme pero no le encontraba sentido a salir, quizá si quedo inconsciente unos minutos podré disfrutar más de aquella fantasía en la que soy feliz con Chris hyung. Todo comenzó a ser borroso y la letra de la canción calaba cada vez más profundo en mi cabeza, sólo podía escuchar eso y nada más; y sinceramente no es como si quisiera escuchar ahora mismo los aullidos o quejidos de mi lobo, finalmente podré darle aquella paz y tranquilidad que siempre ha anhelado para mí.

Sentí algo chapotear y hundirse detrás de mí y pronto me encontré tomando oxígeno, con mis oídos zumbando y respirando agitadamente. Estaba confundido y con el cuerpo adolorido, al igual que mi cabeza.

—¡¿Qué mierda crees que estás haciendo?!— el grito del alfa me hizo brincar en mi lugar y mirarlo a los ojos, asustado.

—¿Hy-hyung?— pregunté segundos después en los que salí de mi estado de shock.

Un Amor Por Contrato [Chanmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora