ESPECIAL II

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—¿Si me marca como suyo, no podrá llevarme con él?— preguntó segundos después.

—No— afirmé y él asintió.

—¿Cómo está tan seguro?— murmuró.

—Ante la ley ya eres mi esposo— lo abracé más fuerte—, y ante la madre Luna y la naturaleza ya eres mi omega, no hay nadie que se pueda meter en aquello que ya se selló ante una deidad— besé su cabello—. Si te marco como mío, ya nadie nos podrá separar, no si yo no lo permito.

—O la muerte— completó mi lobo.

—¿Otra omega?— preguntó bajito y asentí.

—Pero no habrá otro, serás el único.

—¿Me amará siempre?

—Escucha— lo separé de mí y limpié sus mejillas, viendo detrás de él cómo las camareras se seguían moviendo de un lado a otro; menos mal y reservé todo el balcón solo para nosotros—. Mi lobo te eligió, de entre millones de omegas y betas te eligió a ti, yo no hice nada— busqué su mirada y sus mejillitas estaban de un lindo carmín—. Si mi lobo te eligió para mí, serás el único que exista hasta que nuestros días acaben y yo no seré aquel que tenga el poder de obligar a mi lobo a cambiar de opinión. Él te conoció, te observó y se enamoró de ti y desde el momento en el que él te eligió, supe que te pertenecería para siempre, como humano o como lobo siempre serás el único; siempre te pertenecí, incluso antes de conocernos— limpié las lágrimas nuevas que salían de sus ojitos y besé su mejilla derecha, sin importarme que mis labios se empaparon con la humedad de su mejilla.

—Hyung-

—Déjame terminar— besé sus labios—. No soy de creer en los para siempre, es un término que abarca demasiado y los seres humanos no somos de querer nada para siempre, todo es de un rato o de un capricho, pero si hay algo que he aprendido es que estoy dispuesto a reclamarte como mío para siempre con tal de no perderte; estoy dispuesto a matarlos a todos si se atreven a tocarte un solo cabello y estoy dispuesto a luchar contra dos alfas solo por ti— sonreí—. Si tienes alguna duda de si te amo o te amaré, no sé qué más tendré que hacer para que me creas— las lágrimas no tardaron en resbalar por mis mejillas y solo bufé. Se supone que no lloraría.

—¿Me amas?— preguntó quedito.

—Como nunca lo he hecho con alguien más— susurré para que solo él me escuchara.

—¿Incluso si soy gordo, llorón, pequeño, feo, viejo?— sonrió.

—Incluso si tú ya no me amas yo lo seguiré haciendo por los dos.

—Eres un cursi— se burló y bufé.

—Vete a la mierda— me separé de él.

—¡Trátame bonito que lloro!— golpeó mi brazo.

—Eres un bebé llorón— me burlé y él abrió sus ojitos, indignado.

—¡Pero soy tu bebé!

—Lo eres— besé sus labios—. Cachorro— lo llamé y él me miró—, ¿mis sentimientos son correspondidos o te tengo que pedir que me dejes cortejarte como un alfa normal lo haría?

—Somos esposos, hyung. No tienes porqué cortejarme ahora que ya estamos juntos— comió de la tarta delante de él.

—Sí, pero esa unión fue obligada por un contrato, no porque tú o yo quisimos estar juntos desde el principio— recibí lo que me estaba dando sin quitar mi mirada de todos sus movimientos.

—¿Pero el cortejo no es cuando quieres estar con alguien?— comió más tarta y suspiré.

—Se corteja para que la otra persona acepte estar contigo, conquistarla y esas cosas cursis que tanto te gusta leer— comí más tarta y él asintió—. ¿Sí qué, cachorro?

Un Amor Por Contrato [Chanmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora