Seungmin.
Una semana había transcurrido en un abrir y cerrar de ojos.
Los preparativos para la boda los está llevando a cabo papá y yo de vez en cuando puedo opinar, así que no tengo ni la menor idea de lo que estará haciendo él con todos los arreglos. Hace unos días vino un montón de gente a tomarme las medidas y hacerme probar innumerables trajes de color blanco con los que no podía ni respirar adecuadamente, como ya era sabido. Las tarjetas han sido entregadas a todos los socios y amigos de mis padres, yo no he entregado ninguna porque mi único amigo estará haciendo de mesero en la ceremonia y mi profesor particular no sabe si podrá asistir.
Mi “cita” con el alfa Christopher y sus padres se vio cancelada porque los señores Bang tuvieron que viajar de urgencia a otro país y su hijo tenía una junta muy importante que no podía ser aplazada, por lo que me quedé en casa estudiando un poco más, ya que el lunes tendría una prueba de literatura que necesito aprobar a como dé lugar.
No voy a decir que soy uno de esos cerebritros que no tienen la necesidad de estudiar porque han entendido el tema enseguida. La verdad es que yo necesito estudiar el mismo tema tres, cuatro y hasta diez veces para entender todo correctamente y no reprobar, por lo que no puedo darme ese lujo de estudiar el mismo día. Así que sí, estoy un sábado a las ocho de la noche estudiando y no saliendo de fiesta, como se supone hacen los chicos de mi edad.
Suspiré y me estiré en la silla del escritorio, cansado de estar en la misma posición por tanto tiempo, aproximadamente tres horas, realmente. Tomé el vaso de agua junto a mí y éste estaba completamente vacío, por lo que me tocó ponerme de pie y salir de mi habitación rumbo a la cocina, casi cayendo por las escaleras cuando un mareo repentino me invadió. Eso debió haber sido por no haber comido hoy y sólo alimentarme de agua, sí, eso debió ser; pero ya son pasadas las ocho de la noche, así que ya comeré algo al día siguiente en la mañana.
—Hola Innie— saludé cuando me lo topé en la cocina cenando—. ¿Por qué no has comido antes? Ya es muy tarde y no te puedes descuidar así, estás en desarrollo— le reñí llenando una jarra con agua antes de dejarla a mi lado y sentarme en la butaca frente a él.
—Hasta ahora terminé mis quehaceres— fue lo único que respondió y siguió cenando—. ¿Tú por qué no lo has hecho? No eres tan mayor que yo y también estás en desarrollo, además, tu olor está tan débil que casi ni se siente— contraatacó y miré hacia otro lado.
—Sabes que si ceno algo pasadas las seis, engordaré— respondí bajito.
—¿Y eso qué tiene? El hecho de que seas un omega, no significa que te tengas que matar de hambre solo para estar delgado. Sabes que nuestro cuerpo va a ser así siempre, y sí, puede que subas unos kilitos más, pero ese no es el fin del mundo, no comer sí lo es— riñó ahora él y sólo bajé la cabeza.
—Sabemos que si subo siquiera uno, padre me golpeará hasta el cansancio y sólo me dejará comer una sola vez en el día.
—El señor Kim es una mierda— bufó—, hacerle eso a su propio hijo solo porque cumple las necesidades básicas del cuerpo humano— suspiró antes de rodar los ojos—. Esperemos que el alfa tonto que se casará contigo no sea tan cavernícola como tu padre— me miró y me pasó el plato con un poco de comida—. A todas estas, ¿no tenías que salir con él para liberar a tu lobo o algo así?
—No pudo venir, cosas de trabajo y así— me encogí de hombros y di el primer bocado al arroz y un gemido gustoso salió de mis labios.
—Es un imbécil, no me equivoqué— despeinó mi cabello y me miró con una sonrisa mientras yo devoraba todo lo que había en el plato—. Mañana es mi día libre, así que tú y yo saldremos para tener una tarde de amigos— lo miré y antes de que me dejará abrir la boca correctamente para refutar, me hizo morder un trozo de carne para impedirlo—. Y nada de irte a negar o a poner excusas, hablaremos con el señor Taehyun mañana y sé que nos dejará ir, siempre y cuando vayamos con alguien que nos esté cuidando— suspiré y tragué lo que tenía en la boca.
ESTÁS LEYENDO
Un Amor Por Contrato [Chanmin]
Hayran KurguUn matrimonio por conveniencia, dos personas que no se llevan bien, un sujeto tan arrogante que no piensa antes de hablar y un chico de autoestima tan rota que piensa que juegan con él cuando le dicen cosas bonitas. Al principio, todo es confuso e i...