40.- Verdad

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La verdad (Parte 1)

Logan

Dove bebe un trago de su taza de té y hace una mueca porque está caliente. Ambos estamos sentados en la mesa del comedor, uno frente al otro mientras escuchamos como las manecillas del reloj suenan a cada segundo o minuto. Dejamos el tiempo pasar, evitando tener esta conversación hasta que nos damos cuenta y ya son las dos de la mañana.

Dejo mi taza de café sobre la mesa, en el plato de porcelana. Es mi segundo café de la noche y ya no quiero ir por un tercero porque no quiero tener que lidiar con el insomnio.

Justo cuando me paso la mano por el pelo sin saber qué decir, Dove deja su taza de té sobre su plato y me mira mientras empieza a hablar:

—Mi madre... ella realmente fue cruel.

Trago el nudo que se forma en mi garganta.

«Ella está confiando en mí... al fin me contará todos sus secretos.»

—¿A qué te refieres?

—A que me detestó desde el momento en que nací y me lo dejó saber durante los dieciocho años que viví con ella —suspira—. Sobre todo, en mi infancia.

Sus palabras se sienten como una puñalada en el pecho. Sabía que su vida no había sido fácil y que la relación con su madre era tensa. Es decir, es un condado realmente pequeño y los chismes corren tan rápido como el viento en la sociedad elitista de esta ciudad. Mi madre nos había contado a Jessica y a mí que pensaban que Dove era hija de el esposo de su madre, John Heyward, hasta que nació Dove y se dieron cuenta de que era hija de una aventura.

Los ojos de Dove se enrojecen y yo estiro mi mano para tomar la suya por encima de la mesa y tratar de darle consuelo.

—Ella... —continua después de varios segundos de silencio—, ella engañó a su esposo con mi padre en un retiro religioso —ríe sin humor—, lo cual es un poco gracioso e hipócrita, pero ese no es el punto. No se conocían ni nada antes de esa vez y no volvieron a verse hasta que... hasta que nací y el esposo de mi madre lo buscó junto con su padre para "matarlo" —Hace comillas con sus dedos y sonríe en medio de su tristeza—. Como verás, no se esperaron que mi padre sea el doble de ellos en tamaño y mucho más fuerte también, así que no pudieron hacerle nada, ni un simple rasguño, pero mi padre se enteró ese día de que había dejado embarazada a mi mamá en el retiro y... bueno, reclamó tener derecho a verme y a darme su apellido.

Respira con dificultad, como si hubiera corrido una maratón o estuviera intentando no llorar, pero sea lo que sea, sé que es porque está afectada de contar esta historia y eso me rompe el corazón. Sin embargo, decido sentarme en silencio y solo escuchar.

—Al inicio mi madre y su familia se negaron e incluso estaban viendo lugares de acogida para mí; ya que su esposo le dijo que, si no se deshacía de mí, la dejaría —Dove niega con su cabeza y siento la ira bullir en mí, porque su madre era capaz de abandonarla por un tipo que la abandonaría a ella años después por alguien más joven—. Mi padre de alguna manera se enteró de los planes de mi madre y su familia, y se negó. Los demandó, incluso hubo un juicio en el que papá reclamaba por mí y mi custodia, pero... la familia Heyward jamás perderían contra alguien "más bajo" —vuelve a hacer comillas con sus dedos— que ellos, así que... al final Demi Heyward peleó por mi custodia como si me hubiera amado y querido desde el momento en que nací —niega con su cabeza, sintiendo incredulidad tanto como yo—. Cedieron en dejar que mi padre me dé su apellido y en dejarle que él tenga un régimen de visitas flexible debido a su trabajo. Papá dejó de pelear por mi custodia una vez mamá aceptó hacerse cargo de mí y... no lo sé, eso me jodió mucho cuando fui creciendo porque quería estar fuera de esa casa.

Mi Mejor Problema (AD #3) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora