Me mire en mi pequeño espejo y suspire un poco, llevaba puesto el traje de luto negro y portaba solo lo mínimo de accesorios, el collar de mi abuela y mi anillo familiar.
Habían pasado ya 100 días desde la muerte de la emperatriz Myeongseong Min y el imperio entero estaba en completo luto, mire en la esquina de mi habitación el pequeño altar de respeto que había podido poner, mi familia a pesar de ser favorecidos por el emperador en su momento y después por la misma emperatriz no tenían un altar puesto, decían que su muerte no había representado ninguna perdida.
Yo en verdad creía que su muerte había logrado desestabilizar el imperio, la emperatriz que este en la gloria de los dioses, era una mujer que no podría ser fácil de remplazar y eso nos ponía vulnerables ante el imperio nipón que ya había amenazado antes.
Suspire un poco y aleje esos pensamientos, no debería de pensar en esas cosas, acomode mejor mis ropas y me incline a prender el incienso en el pequeño altar.
Hoy era el día del nombramiento, el momento en el que se proclamaba al nuevo emperador y a su vez era el día de la selección del harem imperial, aunque se supone que debería de ser un momento especial e íntimo los señores feudales y hombres ricos utilizaban esta oportunidad para acomodar a sus hijas dentro del harem y de esa manera ganar poder y prestigio.
Nuestro clan no tenía muchas mujeres que presentar, mi hermana Jia se había casado hace no mucho con uno de los hijos de otro señor feudal, el motivo, nuestro padre ocupaba reducir los gastos familiares porque estábamos en una crisis económica.
Después de ella en edad el siguiente para casarse era yo, lo cual nos dejaba un poco mal acomodados socialmente porque estaba seguro ninguna mujer se casaría conmigo, la razón, bueno técnicamente no soy elegible porque soy un doncel.
Los donceles hemos sido denigrados en el imperio porque, aunque somos hombres no podemos tener hijos con una mujer y aunque podemos tener hijos con otros hombres es muy extraño que veas a un señor feudal u hombre rico escoger a un doncel por esposa.
Entonces mi única opción de matrimonio se había reducido a aceptar lo que sea que me propusieran, mi padre fue muy claro cuando lo dijo, aceptare cualquier propuesta que me den por ti.
Suspire un poco y después de dejar el incienso y terminar mi oración me puse de pie, a los segundos tocaron la puerta y mi madre entro seguida de la primera esposa, me incline un poco y entonces hablaron.
— espero que te cambies y te pongas presentable Jimin, el día de hoy se decidirán las mujeres imperiales del harem y algunos señores feudales decidirán esposas para sus hijos, esperemos alguien nos proponga algo por ti — dijo antes de mirarme despectivamente, ella era la primera esposa de mi padre Nia, su hija Jia y su hijo Joon eran el orgullo de mi padre.
— claro — dije inclinándome, ella solo asintió y salió de la habitación dejándome con mi madre
— esperemos que el día de hoy sea el día — dijo mi madre comenzando a sacar las cosas para arreglarme
— si — dije sin mostrar mucho de mis emociones, había comprendido que en esta casa yo no tenía ninguna opinión
— sé que será hoy, le he pedido a los dioses por esta oportunidad, tendrás una propuesta y al fin podrás casarte — hablo mi mamá apresuradamente mientras extendía el traje que tanto había comenzado a odiar
Quería contestar, quería decirle que no quería esto, que no estaba dispuesto a que me casaran con cualquier hombre que hiciera la propuesta sin importarles que este fuera una persona horrible, pero no debía, no lo haría, solo asentí y suspire internamente mientras comenzaba a cambiarme.
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El doncel.
FanfictionSer doncel jamás fue sencillo, mi familia dejo en claro que era algo que no deseaban y mucho menos algo que la sociedad aceptara tan fácilmente, pero jamás pensé mi vida cambiaria hasta este punto, por que el palacio real era no solo un laberinto po...