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Desperté a la mañana siguiente sintiéndome ansioso, el príncipe Seokjin había decidido que necesitaba tiempo a solas y se había ido a su tienda después del banquete, aunque insistí él podía quedarse no quiso, suspiré un poco y di una segunda vuelta en mi cama para relajarme porque sabía el día seria largo y cansado.

Honestamente no quería ver a mi familia, no quería tener que lidiar con ellos ahora que ya estaba tranquilo sin su presencia y constantes miradas de desprecio, pero no podía evitar que ellos vinieran, estaba seguro de que me mirarían con desprecio o aprovecharían cualquier oportunidad para pedirme favores con el emperador y no quería hacer eso.

Con el emperador las cosas eran complicadas, después del día en el que beso mi frente no hablamos durante casi dos semanas, un día sin más me pido ir y comenzó a hablarme como solía hacerlo, de manera cortante, fría y sin emociones, la resignación llego a mi ese mismo día, no importaba que fuera lo que el emperador quisiera, que fuera lo que necesitara o deseara, lo conseguiría para él porque, aunque él no me quería de forma romántica, me necesitaba y eso era suficiente para mí.

Después de esa pequeña epifanía las cosas se complicaron por que comencé a emocionarme de que me mirara, de que me hablara, de que me saludara, amaba los días dulces y anhelaba el toque de sus labios sobre mi frente, mi pobre corazón se emocionaba con cualquier movimiento de sus ojos sobre mí y yo lamentablemente no podía culpar a mis emociones por explotar.

— mi señor, la corte está comenzando a llegar — dijo Tae extendiendo mi ropa sobre la cama

Suspirando me puse de pie para comenzar mi día.

***

Tenía alrededor de 40 minutos evitando a las personas, no quería miradas incomodas o murmuros sobre como el emperador había tomado a un chico así que cuando estaba dando mi cuarta vuelta a la zona una voz muy familiar me removió de mis pensamientos.

— - Jiminshi — dijo mi hermana Jia alegremente

— Jia — dije sonriendo suavemente inclinándome muy levemente

— tengo mucho tiempo de no verte, ¿Cómo estás? — pregunto sonriéndome tomándome del brazo

— estoy bien, ¿Cómo estas tu? — pregunte tomando su mano suavemente

— mejor imposible, mi esposo es un amor — dijo sonriéndome — ¿Dónde está el tuyo? Me encantaría conocerlo

— está muy ocupado, no sé dónde podría estar — dije sin siquiera buscar donde estaría el emperador

— me dijo padre que te casaste con el capital Jeon, me imagino debe ser un hombre muy ocupado — ambos comenzamos a caminar hasta una zona con una carpa y algunas sillas.

— no me case con el capitán Jeon — dije riendo al ver la expresión de incomodidad de Tae

— pero padre dijo que él fue quien pago y fue por ti — pregunto sorprendida y confundida — ¿con quién te casaste?

— con el emperador — dije mostrando el anillo de las esposas del emperador

— ¿el emperador? — dijo completamente sorprendida

— Jia — hablo un hombre, alto, guapo y con una expresión amigable y suave en sus ojos, yo me sobre salte un poco al escucharlo

— mi señor — dijo mi hermana aun sorprendida

— ¿interrumpo? — pregunto sonriéndome

— no mi señor, te presento a mi hermano Park Jimin, el segundo hijo — dijo saliendo de su sorpresa

El doncel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora