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Una semana había pasado desde que habíamos salido de Corea, estábamos desembarcando en Japón y las cosas se veían complicadas, estaba muriendo de hambre, no teníamos nada de dinero y esta seria nuestra primera noche en tierra.

Hian nos había pedido nos quedáramos en el callejos aledaño para poder buscar algo que comer y honestamente estaba confiando en él porque quería aferrarme a algo seguro.

— solo quiero volver — dijo mi madre en voz baja llorando

— solo guarda silencio — conteste enojado

— esto no debió pasar, hice lo que me pidió — limpiaba sus lágrimas frenéticamente

— entiende que a ellos no les importas, solo quería deshacerse de mí — dije refiriéndome a la emperatriz madre.

— pero ella prometió que todo estaría bien — dijo dejándose caer al piso.

Frustrado deje de prestarle atención, todo estaba así por su culpa, siempre fue una madre deficiente, se concentró tanto en ser una buena esposa que se destruyó cuando papá trajo a la segunda esposa a casa, cuando la degrado a ella todo se volvió aún peor.

La entendía, sabía que debió ser difícil ser vendida tan joven pero estaba arruinando mi vida y la de mi hijo.

Sin pensarlo estaba pasando suavemente mi mano por mi vientre.

— majestad — dijo Hian apresurado dejando una bolsa con algunas cosas en mis manos, al abrirla vi algo de pan, queso, una bolsa de piel con agua y unas cuantas uvas.

— vamos a comer — me senté en el piso y le di a mi madre un poco de comida, comenzó a comer llorando en silencio, le extendí a Hian algo de comida pero el negó — come por favor, si quieres poder ayudarme necesitas estar fuerte

— usted necesita cuidar de su hijo — dijo suavemente

— tu necesitas estar bien para ayudarme — le di la comida y el la acepto comenzando a comer ambos.

— estuve investigando — dijo en voz baja — un barco sale mañana para china, tardara dos semanas en llegar pero podremos pedir ayuda llegando.

— no se si alguien pueda ayudarnos china es enorme — dije suspirando

— traje el emblema del príncipe y del embajador Wang algo podremos hacer — contesto optimista.

S E O K J I N.

Los rebeldes habían dado una dura pelea, pero el ejército interior había conseguido controlar la situación en el palacio, fuera se levantaron en armas los seguidores de la emperatriz madre pero el clan Jeon y Son habían podido manejarlo perfectamente.

La ejecución de los rebeldes, entre los que estaban la emperatriz madre y todos sus hijos, había ocurrido apenas el día de ayer.

Ahora solo quedaban cuerpos por recoger y sangre que limpiar, el capitán Jeon estaba mal herido, le habían lastimado el ligamento del brazo así que por el momento descansaba mucho más de lo usual.

Suspire y mire mis pertenencias, estábamos por partir del palacio principal con rumbo a la frontera para la boda con el emperador chino y estaba nervioso, estaba asustado y solo quería esconderme bajo las sábanas para evitar equivocarme.

En estos momentos extrañaba más que nunca a Jimin, el estaría dándome apoyo y buenos consejos, pero ahora solo estaba una carta.

— majestad — dijo Taehyung entrando a mi palacio.

— Tae — dije limpiando las lágrimas de mis ojos.

— puedo ver su tristeza desde aquí — contesto mirándome suavemente

— solo desearía que Jimin estuviera aquí para poder ayudarme — dije en voz baja — dándome algún consejo o diciendo algo que valiera la pena para no sentirme tan triste — conteste

— estar lejos de su familia debe ser difícil majestad — el chico se sentó junto a mí — sé que se estaba acostumbrando un poco más a sentirse como el príncipe Seokjin de la dinastía Min — agrego — pero en china todos lo verán y respetaran por quien es usted, aquí es importante y ahí lo será

— ¿de verdad crees que mi vida en china será buena? — pregunte llorando suavemente

— rezo a los dioses cada noche por ello, prendo incienso y doy ofrendas para que su vida sea prospera — dijo tomando levemente mi mano

— solo no quiero una vida triste — agregue antes de ser interrumpidos

— majestad — el capitán Jeon quien tenía el brazo vendado hablo — es momento de partir

Suspire suavemente y camine hasta el carruaje para poder partir rumbo a la frontera para el matrimonio. 

El doncel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora