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Había pasado un mes desde mi llegada al palacio y aunque lo intentaba no lograba mezclarme, las mujeres del harem no querían que estuviera en las reuniones diarias pero la emperatriz madre no podía simplemente correrme, no después de ver que en efecto el emperador si había pasado la noche de bodas conmigo, así que en general el ambiente era completamente tenso.

Durante este tiempo había podido identificar varias cosas, podía notar que el harem en efecto estaba dividido, la mitad de las mujeres eran favorecidas por la emperatriz madre y la otra mitad al igual que a mí nos iba mal.

Solo las favoritas podían hablar en las reuniones, comer lo que la emperatriz madre comía y beber lo que ella bebía, el resto estábamos relegados a simplemente ver y asentir sonriendo, era algo bastante denigrante pero no podíamos hacer mucho, la reunión del día de hoy era igual de inútil e irrelevante que la de ayer, poco de lo que decían me resultaba lo suficientemente interesante para escribir de ello.

— emperatriz madre — dijo Ka Hyo-ri, la segunda concubina — es sobre el asunto del barco con telas — hablo antes de que la emperatriz la hiciera callar y la mirara molesta

— la reunión termino — dijo en voz alta, los no favorecidos nos pusimos de pie, el resto se quedaron

No sabía si eso era información importante, pero me pareció lo suficientemente interesante como para apuntarla en mi pequeña libreta, suspire internamente y camine con mi libro en mano a la zona del jardín, estábamos apenas en mayo, el clima era perfecto, me senté bajo un árbol y Tae se acomodó a un lado mío de pie.

— siéntate por favor me pones de nervios — dije mirándolo de reojo

— por favor mi señor, sabe que no es correcto, podría meterme en problemas — dijo en voz baja

— que ridiculez — dije indignado — pero no quiero meterte en problemas — suspiré un poco y me puse de pie rápidamente

— puede quedarse, no me incomoda estar de pie, de verdad — dijo rápidamente pensando que estaba molesto, levante mi mano para palmearle el hombro, pero el rápidamente se encogió algo asustado

— jamás te golpearía Taehyung — dije en voz baja palmeado su hombro — somos amigos, no te veo como mi sirviente

— lo lamento — dijo en voz baja algo apenado y sorprendido

— habla con confianza, entre tú y yo podemos ser amigos, sé que puedes meterte en problemas y eso es lo que menos quiero, frente a todos dime señor y esas cosas, en el palacio somos solo dos chicos que son amigos — dije caminando rumbo a mi pequeño palacio

De camino pude ver a un chico alto, de cabello negro azabache hablando animadamente con otro chico un poco más alto de tez un poco aperlada y facciones fuertes, ambos sonreían pero cuando se separaron pude ver la tristeza en los ojos del más chico.

— sabes quienes son — dije sin dejar de camina, Tae se inclinó y observo

— es el príncipe Seokjin — dijo en voz baja — tampoco tiene la mejor de las estimas con la emperatriz madre

— pensé que era una leyenda, en el reino se habla mucho del príncipe doncel pero nunca lo había visto — dije sorprendido — ¿tengo permitido ir a verlo? — pregunte

— cualquiera que lo desee puede ir a verlo, solo que al no ser del agrado de la emperatriz madre nadie lo visita — dijo en voz triste

— vamos — dije decidido

Era el único otro doncel del palacio, claro que iría a verle, no podía simplemente ignorarlo, en realidad era el único otro doncel que conocía, en el reino son muy escasos y los pocos de los que había escuchado jamás los había visto.

El doncel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora