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Después de la cena las mujeres comenzaron a movilizarse, la emperatriz madre salió del lugar apresuradamente y supuse seria para ver al general Lee, suspire suavemente y mire al príncipe.

— todo está en orden — dije sonriéndole levemente, el me miro y asintió suavemente

— es solo que ese hombre logra hacerme sentir tan pequeño, a veces desearía no sentirme de esa manera — hablo en voz baja suspirando pesadamente

— hablaré con el capitán, veamos si podemos conseguir un guardia, algo conseguiré hacer — dije tomando levemente su mano

Estábamos ya caminando fuera de la zona del gran comedor cuando el capitán hablo.

— concubina, el emperador lo busca — dijo sonriéndome

— su majestad te solicita mucho últimamente — el príncipe me sonreía de manera cómplice

— su majestad disfruta de mi compañía últimamente y lo único que puedo hacer es agradecerlo — sonreí apenado y me incliné — nos vemos después príncipe

— adiós Jimin — me contesto y camino con sus sirvientes de regreso a su palacio

Después de seguir al capitán unos pasos vi al emperador de pie rodeado de sus sirvientes, sonreí un poco y el al verme sonrió igualmente.

— majestad — dije inclinándome cuando estuve más cerca de el

— te acompaño a tu palacio Jimin — dijo en voz baja sonriéndome

— es un placer majestad — sonriendo me incorporé y comencé a caminar a paso suave

— la cena estuvo deliciosa — agrego después de caminar varios pasos en silencio

— si en efecto su majestad — conteste sonriéndole

— gracias por traer a Seokjin con nosotros

— el príncipe es una gran persona y honestamente he podido llevarme muy bien con el — conteste sincero

— sé que la mayoría de las mujeres del harem no suelen visitarlo o siquiera tomarlo en cuenta cuando se trata de pensar en la familia real — contesto suspirando — a veces desearía poder estar más involucrado en cómo se mueve le harem, pareciera ser un sistema político que no comprendo

— es un sistema complicado su majestad, pero el príncipe ha podido adaptarse — conteste

— sé que tienes mucho que ver en eso, desde que llegaste tu presencia ha hecho brillar su mirada, su confianza a crecido y te agradezco eso — agrego tomando mi mano levemente entrelazando nuestros dedos sin dejar de caminar

— el príncipe se ha convertido en mi amigo — conteste algo apenado — siempre que lo necesite estaré ahí para él — agregue

— lo sé — contesto deteniéndonos justo en la intersección entre su palacio y el mío — Jimin esta noche no estaré en el palacio del aire — agrego sorprendiéndome un poco, ¿estaría en otro palacio?

— yo .... Yo entiendo majestad, el palacio del aire siempre estará disponible para recibirlo — conteste algo aturdido, ¿de verdad iría a otro palacio?, no me sentía cómodo con esa idea

— quiero que vengas conmigo — hablo sorprendiéndome — quédate conmigo en el palacio principal — contesto haciéndome girarme a verlo

— si majestad — conteste avergonzado sin poder evitar sonreír.

El resto del recorrido fue en un silencio casi absoluto, el emperador parecía casi nervioso y yo estaba igual, no era normal que alguien que no fuera la emperatriz se quedara en el palacio principal y aunque no estaba prohibido era extraño, suspire tratando de calmarme mientras subíamos las escaleras con rumbo a la entrada.

El doncel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora