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Desperté algo desorientado sintiendo el espacio de la cama demasiado amplio, durante las últimas tres semanas el emperador había estado durmiendo en el palacio del aire, en todo este tiempo los sirvientes de otros palacios habían venido con cualquier excusa para verme y ver si el emperador en verdad estaba aquí.

Suspire un poco y me gire en la cama tomando la almohada que el emperador utilizaba, estaba aun con su aroma, sin pensarlo la abrase para sentir el olor más cerca.

La relación que teníamos avanzaba agradablemente y honestamente mi corazón estaba tan desesperado por algo de su atención que solo podía disfrutar para no perderme con mil pensamientos.

— mi señor — dijo Hyunjin — ¿desea ayuda? — pregunto torpemente

— desea empezar su día, es lo que debes preguntar — contesto mi amigo con su brazo aun convaleciente, el chico solo asintió y volvió a hablar

— mi señor, ¿desea empezar su día? — pregunto

— gracias Hyunjin — sonreí y me puse de pie mientras Lia entraba y acomodaba la cama rápidamente

Mientras arreglaban el cuarto estaba decidiendo que ropas ponerme cuando sentí algo fresco en mi cuello, mi amigo sostenía un paño con agua fresca y algunas hiervas.

— para que baje el color y la hinchazón — contesto sonriéndome de lado, solo entonces me mire en el pequeño espejo y vi los besos marcados en mi cuello, avergonzado tome el paño y lo puse firmemente en las zonas rojas.

Después de cambiarme y tratar de cubrir mi cuello lo mejor posible salí al pequeño jardín del palacio del aire cuando el capitán Jeon entro sonriente, como últimamente solía estar, miro primero a Tae y después hablo.

— señoría — dijo inclinándose levemente — el emperador solicita verlo urgentemente en su palacio principal — agrego regresando a su postura firme

— ¿ocurre algo malo? — pregunte poniéndome de pie rápidamente

— esta estresado, dijo que quiere su compañía — dijo sonriéndome suavemente — todo está en orden

— vamos entonces — conteste un poco más calmado saliendo del palacio a pasos apresurados.

Cuando camine por los escalones hasta su oficina estaba nervioso, estaba literalmente tocando el cielo durante estos días así que no quería perder eso ahora que al fin estaba feliz, suspire un poco y entre a la oficina.

— su majestad lo espera, el consorte Park Jimin — contesto el capitán

La sirvienta abrió la puerta y hablo en voz suave pero fuerte.

— el consorte Park Jimin — contesto y salió cerrando la puerta

Sin saber muy bien que hacer espere hasta que escuche al emperador llamarme.

— ven aquí Jimin — el emperador se escuchaba tranquilo pero irritado, a paso suave avance hasta estar frente a él — me duele horrible la cabeza, has ese masaje que me relaja.

Rápidamente me moví a la zona de la detrás de su cabeza y comencé a mover suavemente mis mano aplicando la presión adecuada.

— continue contador — hablo el emperador en voz firme.

El hombre bajito y con una túnica impecable negra explicaba por qué era necesario subir el impuesto del pueblo porque las cuentas del reino estaban en números rojos, que el emperador estaba gastando mucho dinero y que era necesario aplicar medidas extremas, el emperador se removía bajo mis manos de manera liguera, podía ver que no estaba conforme con la situación.

El doncel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora