3 8 S E O K J I N

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Estaba cansado pero no podía permitirme descansar, así que tome los pequeños guantes que solía ponerme cuando las manos me dolían mucho y tome la bandeja del desayuno de la cocina de mi pequeño palacio, suspire un poco y sonreí ampliamente deseando que el emperador no notara mi ausencia toda la noche, indique a la sirvienta y esta abrió la puerta dejándome pasar.

Camine despacio hasta la cama y entonces deje la comida a un lado para poder despertar al emperador.

— majestad — hablé suavemente moviéndolo levemente — majestad — volví a hablar

— Seokjin — el emperador se acomodó en la cama y me miro sonriéndome suavemente — no supe en qué momento regresaste a tus aposentos

— volví poco después y usted ya estaba dormido majestad, lo lamento — contesté aliviando de que no notara que en efecto no dormí nada.

— supongo que entonces lo lamento — contesto mirándome con unos ojos que no pude entender, no sabía cómo leer su expresión así que incomodo hablé

— pierda cuidado su majestad, yo tarde en volver y por eso se durmió esperando, pero he preparado el desayuno su majestad — conteste sonriendo levantando la bandeja a pesar del dolor en mis manos.

Puse la bandeja en su regazo y me apresuré a esconder mis manos de su curiosa vista.

— el día de hoy tenemos un baile en el palacio — agrego sonriéndome — le pediré a Yun que te mande las mejores ropas, quiero que vengas conmigo — contesto haciéndome entrar en pánico, pero no podía demostrar el miedo que me daba tener a Yun cerca, él conseguía hacer que se me revolviera el estómago.

— muchas gracias su majestad, no lo avergonzare, le aseguro que me comportare correctamente — conteste algo agobiado de repente

— no tienes que pensar así Seokjin, me he casado contigo, eso te convierte en mi esposo y en la emperatriz, nadie está por encima de ti y no debes tener miedo — agrego provocándome mariposas que rápidamente me concentre en apagar.

— se lo agradezco mucho su majestad — conteste bajando la mirada incomodo

— solo ten tus clases matutinas, las demás se cancelan en día de hoy — hablo comenzando a comer su desayuno, entonces entre en pánico porque estaba llegado tarde y eso significaba más azotes en mis manos.

— lo dejo desayunar a gusto su majestad, necesito ir a clase — conteste poniéndome de pie e inclinándome rápidamente

— ¿desayunaste? — pregunto y solo pude sentir mi estomago negar por mi

— claro su majestad — conteste a pesar del hambre — con permiso — agregue inclinándome saliendo casi corriendo del palacio.

Apenas pude llegar a mi clase y pude notar la molestia del maestro por que llegue a tiempo, suspire un poco y comencé a concentrarme en lo que debía hacer, recitar páginas enteras, contestar preguntas y hacer planas con mis doloridas manos.

No supe cuánto tiempo paso pero la voz de Yun me saco de mis pensamientos.

— no sé qué rayos le diste al emperador pero ve a arreglarte — contesto molesto mirándome mal.

— con permiso — conteste despidiéndome de la clase del maestro

— no tan rápido — hablo el maestro molesto — esta plana está mal hecha

Suspire suavemente y me gire a ver la hoja en cuestión, no podía encontrar el problema así que seguí mirándola pero nada.

— ¿me puede indicar el error? — pregunte

El doncel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora