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Cuando llegamos a la frontera después de seis días de viaje, estaba cansado, adolorido y entumido del cansado recorrido, suspire un poco y baje del carruaje listo para poder estirarme un poco.

La comitiva china estaba llegando igual que nosotros así que estaba nervioso, las cosas se sentían aún más reales de lo que se sentían en el palacio en la capital.

— majestad — Hyunjin me llamo regresando a la tierra.

— vamos — dije comenzando a caminar a mi carpa para estar preparado.

Entre al amplio lugar y las cosas estaban siendo acomodadas, mi traje ceremonial y los adornos de la familia real china estaban dispuestos para la boda el día de mañana, estaban mis dos institutrices, así como mis sirvientes moviendo y acomodando cosas nerviosamente.

— su majestad — el chico de china se inclinó y hablo — el emperador lo solicita — hablo en su idioma natural, actualmente me veía capaz de entenderlo

— el emperador lo solicita su majestad — dijo mi institutriz de chino

— lo he podido comprender, gracias — dije sonriendo

Seguí al chico fuera de la carpa hasta encontrarme con el emperador, estaba alejado de sus guardias en una carpa al aire libre dispuesta para los invitados, era un lugar hermoso, el sol entraba delicadamente entre las cortinas y el aire corría fresco.

Me acerque al emperador y hable de manera nerviosa.

— majestad — dije en chino fluido.

— príncipe — contesto indicándome con un leve movimiento que me acercara a la silla a un lado suyo

— ¿deseaba verme? — pregunte sin mirarlo porque estaba avergonzado de pensar en que mañana seria mi esposo.

— solo quería tenerte cerca — agrego sonriendo levemente provocándome sonrojarme

— gracias majestad — conteste

Se creo un silencio incomodo así que hable rápidamente tratando de llenar el espacio.

— supongo se ha enterado de la situación en el palacio — conteste, era obvio que la institutriz le contaría lo ocurrido

— ¿ocurrió algo en el palacio? — pregunto curioso

— pensé la institutriz Liang le habría informado la situación — dije sorprendido

— le pedí no me comentara nada, tal vez vendrías a contarme y preferiría escucharlo de sus labios — agrego mirándome como diciendo algo obvio

— bueno ocurrieron varias cosas en el palacio — conteste comenzando a contarle la situación.

No sabía si era verdad que la institutriz Liang no le había dicho nada y prefería ser honesto.

— me alegra mucho que se encuentre bien príncipe — contesto cuando las tazas de té llegaron a la carpa

— fue algo que me dio mucho miedo – conteste en voz baja tomando la taza

— fue una situación difícil — en ese momento cuando pude oler la taza de té pude comprobar que era romero, algo que me producía ronchas en el cuello y rostro.

Sin querer ser grosero aleje la taza suavemente, en ese instante vi al guardia del emperador mirarme molesto, se veía como si quisiera desaparecerme.

— me alegra compartiera conmigo estos momentos príncipe — el emperador se puso de pie después de terminar su taza a lo cual lo seguí

— gracias por invitarme majestad — me incline levemente

— hasta mañana — dijo tomando mi mano besándola antes de comenzar a caminar de regreso a su carpa

El doncel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora