❄️ capιтυlo doce ❄️

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🤍 Escritora-chan 🤍

El joven de cabellera rosada se encontraba llevando de arrastras a la tímida Tn, literalmente la tenía agarrada de la mano y la arrastraba por los pasillos buscando al albino que era el emperador de la dinastía.

Mientras avanzaba con una sonrisa en el rostro, la peliblanca pataleaba intentando hacer que el chico detuviera su andar.

—p-para!! – le pidio mientras se agarraba del marco de una puerta con una de sus delicadas manos.

—Tn-chan tenemos que ir con Gojo-sama! ¡Nos dará permiso para ir a comprar un obsequio para Nobara, ella es de carácter fuerte por lo que no se que regalarle, ¿Y si le regaló algo que no le gusta y me pega con el? No, sería horrible, ¡Tienes que ayudarme! – decía mientras sonreía y jalaba con facilidad el cuerpo femenino quien no poseía la fuerza física necesaria para luchar contra el alegre Yuuji, el solecito de la Escritora-chan.

—p-pero p-porque tenemos que pedirle permiso a él, no es mi padre, ni es Akiko-sama – baja la mirada recordando como unos dias atrás su Nana la había abandonado.

— porque es necesario, se supone que él Emperador será tu espo....– fue interrumpido por una mano en su boca.

Se alteró un poco tomando con brusquedad la muñeca y apartando la de su boca, resultó ser Shoko, quien miraba su muñeca para luego mirar a Itadori con una mueca de disgusto.

— el emperador quiere protegerte y por eso tienes que pedirle permiso Tn-chan, pero quizás no debas salir, tienes muchas tareas que te deje, ¿Resolviste todas? – pregunta recibiendo un asentimiento de cabeza por parte de la ojirubi.

—bien! ¡Podemos ir a comprar el regalo Tn-chan! – sonrió tomando nuevamente la mano de la chica quien se volvió a sonrojar levemente al no estar acostumbrada al contacto masculino.

—e-esta bien – una suave sonrisa surco sus finos labios rosa.

Sonrisa que permaneció hasta que entraron a la habitación donde se encontraba el albino sentado en su gran trono cómo amo y señor de todo un imperio.

Ambos jóvenes hicieron una reverencia frente al albino quien tenía una sonrisa al ver a su amada Tn frente a él.

—que bueno ver qué viniste a verme mi linda flor de loto! – sonrió feliz, pero esa sonrisa se borró rápidamente al ver cómo la joven estaba tomada de la mano del Pelirosa quien estaba muy sonriente.

—¡Queremos su permiso para salir del castillo! – pidió con un tono de voz cargado de alegría y energía, típico de este solecito mi bebé hermoso, digo, típico de el joven Pelirosa.

—¿Tu...quieres salir con Itadori? – su voz se notaba muy diferente, estaba más fría y monotona.

Normalmente tenía una voz serena y tranquila con la cual dictaba orden en la sala de reuniones del consejo imperial, o cuando sus concubinas se peleaban por cual de ellas era la que tenía que cumplir su deber como mujer del emperador ese día, otras veces tenía una voz llena de alegria y burla, como cuando hablaba con Fushiguro, o Inumaki e Itadori, o cuando estaba con su amada flor de loto, hay su voz solía variar de animada y alegre a un tono burlón, coqueto o algor ronco, muy provocativo para cualquier mujer que lo escuchará, menos para la inocente Tn que no entendía el deseo que transmitía la voz del albino Emperador.

Pero está vez, esa voz no demostraba ninguna de las expresiones que siempre se veían en el dueño de inmensas cantidades de dinero, ya no había ni alegria, ni burla, ni coquetería, ni nada de las emociones que normalmente se veían en él.

Ahora había un odio inexplicable, un sentimiento que apretaba su pecho al ver a su amada princesa junto a otro chico y que está dejaba tranquilamente que este la tomara de las manos, ¡Solo El Podía Hacerlo! ¡Solo El! No entendía porque dejabas que otros se acercarán a ti y te tomarán de tus delicadas manos, ¡Solo el puede sentir tu suave piel! ¡¿Entiendes?! ¡SOLO ÉL! ¡NADIE MAS!.

—Claro – su voz monotona hizo que a todos en la sala les recorríera un escalofrío por la espina dorsal, temiendo por sus vidas muchos intentaron huir de la sala del trono.

—Yei!~ – canturrio feliz el pelirosa mientras abrazaba a la chica.

Grave error

Nunca abraces a la mujer de otro frente a sus ojos.

Si antes sentía ganas de levantarse y apartar los, ahora sentía unas ganas intensa de agarrar al Pelirosa por el cuello y apretar hasta que el aire dejara de llegar a los pulmones del chico de ojos café.

Ahora que lo piensa la idea no suena tan mal.

Pero luego recuerda que el chico a quien tiene ganas de matar fue su alumno e intenta no tener pensamientos tan negativos hacia el, perdonando su actitud recordando que el chico no lo hace por mal, entonces Gojo recuerda que Yuuji es  simplemente es un solecito y se comporta amables con todos, no puede ser malo ni descortés con nadie, porque eso no está en su naturaleza.

Por eso lo perdona, porque el chico no hace eso con malas intenciones, pero le dejara en claro que no debe ir por la vida abrazando y tomando de la mano a las mujeres de otros.

— Mi linda princesa, flor de loto, ve a cambiarte, no puedes salir con esas sandalias, dile a Shoko que te enseñe cuales son las específicas para salir, con esas podrías resbalar y caerte, no quiero que te hagas daño – le pidió con una sonrisa amable hacia la chica quien asintió y salió rápidamente corriendo esperando encontrar rápido a Shoko.

Miro a todos los demás presentes y hablo con voz demandante.

—salgan de la habitación –y así como las palabras salieron de su boca, todos los presentes a excepción de Itadori salieron del lugar, dejando a un Pelirosa sonriendo algo confundido.

— ¿Que pasa Gojo-sama m – pregunta aún inocente de la maldad y frialdad que denotaban aquellos ojos azules como el cielo.

—te lo diere una vez, Itadori-kun – sus labios estaban en una fina raya, mostrando una mueca de desaprobación hacia el menor.

—¿Eh?

—no te quiero cerca de Mi linda flor de loto, ¿Entiendes? No te quiero cerca de ella, dos metros de distancia, si te vuelvo a ver cerca de mi pequeña princesa pagarás las consecuencias, y creeme no te van a gustar nada – hablo con una sonrisa algo torcida en su rostro.

El pelirosa quedó algo pálido ante aquellas palabras, sintiendo el frío sudor bajar por su espalda.

—s-si está b-bien Gojo-sama – asintió nervioso mientras se alejaba unos pasos del albino de sonrisa torcida, nada sana por cierto.

—estoy lista! – grito una alegre peliblanca que entraba a la habitación ignorante de lo que estaba pasando.

—bien! – volvió a sonreír como una persona normal y se acercó a ella para dejar un beso en su frente, uno que puso nerviosa a la chica – Shoko irá con ustedes – y sin decir nada salio de la sala del trono dejando a una emocionada peliblanca por poder salir del palacio y a un nervioso pelirosa por lo que parecía ser una amenaza por parte del albino que gobernaba en Japón.

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࿈ℙℛᎾℙℐℰⅅᎯⅅ ⅅℰℒ ℰℳℙℰℛᎯⅅᎾℛ࿈ [Gojo Yandere x Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora