❄️ Cincuenta y Ocho ❄️

1.3K 106 35
                                    

~

- ya llegamos - murmuró Itadori bajando del caballo y ayudándote a bajar.

Después de más de una hora de cabalgata habían logrado llegar al clan Takeda. Un lugar oscuro y casi completamente abandonado.

Las casas no era que estuvieran destruidas, pero se veían antiguas, y el ambiente friolento te daba la sensación de que el sol nunca había tocado aquel lugar.

Te pegaste más de Atsushi, quien se pegó más de Yuuji, ya que el lugar tenía un aura terrorífica, te daba miedo, sentías como que el ambiente muy tenso y eso solo te hacia poner los pelos de punta.

- no te pegues tanto a mí Tn-san - susurro Yuuji mientras caminaba con la vista al frente.

- pero si yo no estoy pegada a ti, Yuuji-kun - este volteo rápidamente, con una mano en el mango de la katana, pero al percatarse de que era Atsushi quien estaba pegado a él, suspiro y soltó el mango de la katana.

- no me asusten así - dijo el pelirosa con una mano en el pecho y el rostro algo pálido.

- perdón - se disculparon ambos al mismo tiempo.

El ambiente tenso del lugar aumentaba a medida que daban un paso seguido del otro. Era como que cada vez que se adentraban más a ese pueblo, algo los arrastrará o los vigilará.

La idea de que te estaban vigilando solo hizo que apretaras el agarre que tenías con la mano de Atsushi, quién soltó un pequeño quejido.

- desde hace un rato siento una presión en mi espalda - murmuró Atsushi devolviendo te el apretón de manos.

- créeme que no eres el único... Siento como si me estuvieran observando - te quejas suavemente mirando a tu alrededor.

- uh? Será porque si los están observando - respondió Yuuji con algo de obviedad, pero confundido al ver como sus expresiones cambiaron a unas alarmadas - ¿Ocurre algo?

- ...como que nos están viendo? Yo no veo a nadie - pregunta Atsushi entrecerrados los ojos mientras miraba a su alrededor. Pero no veía a nadie.

- cierto, si nos están viendo, ¿No deberíamos huir? - pregunto la joven.

- este es territorio muerto... Es uno de los pocos pueblos de Japón que no siguen las órdenes ni leyes del emperador así que no se preocupen, estarán a salvo aquí....o eso creo - murmuró lo último para que ninguno de los dos lo escuchará.

- cuando dijeron que el clan Takeda estaba abandonado...yo lo imaginaba algo más bonito? ¿Iluminado? ¿Estilo las ruinas del Machu Picchu? Algo así... Pero esto parece algo así como una tumba - murmuras soltando la mano de Atsushi para correr hacia Yuuji y abrazar uno de sus brazos.

- no me dejes - y al segundo, Atsushi copio tu acción pero en vez de abrazar a Yuuji abrazo tu brazo izquierdo.

Siguieron caminando por un par de minutos manos, cada vez hundiéndose en la neblina que parecía tragarse los y no querer soltarlos.

Pronto llegaron a un punto donde ni siquiera podían ver su propia nariz por la densidad de la neblina.

- aquí es - murmuró Yuuji dando un paso al frente con seguridad. Y tú envidiabas como a pesar de no ver nada y parecer todo una escena de un libro de terror Yuuji se lanzaba al peligro de primero para salvar a sus amigos.

Cuando Atsushi y tú vieron unos pasos más para alcanzar a Yuuji, la neblina empezó a despejarse dejando la vista a un gran temblor o mejor dicho las ruinas de lo que era un gran temblor antiguo.

- que es este lugar? - pregunta Atsushi dando una vuelta sobre su eje mirando el panorama.

- este era la casa del líder del clan Takeda... O lo que antes eres conocido como el clan Kaida... Aunque ese apellido fue borrado de la historia junto con los miembros de sangre pura de ese clan - murmura el joven para dar un paso al frente, pero en ese momento una cuchilla amenazo con arrebatarle la vida.

- aaaaah! - gritaron los dos sorprendidos al ver aparecer una mujer de cabellos cortos y blancos vestida con un kimono que amenazaba a Yuuji.

- que buscan aquí? Es mejor que se vayan - habla la mujer con una voz un tanto indiferente.

- venimos a verlo, Uraume... Quiero hacer un trato con él - la mujer de nombre Uraume lo miro por unos momentos sin saber si creerle o no.

Viajo su vista hacia Atsushi y luego hacia ti, observando te por más tiempo que a los otros dos, luego soltó un suspiro y quito la daga del cuello de Yuuji.

- bien... Siganme, si hacen un movimiento sospechoso los mataré sin dudar - advirtió para dar media vuelta y empezar a caminar hacia adentrarse en el templo.

- vamos... - susurro Yuuji tomando tu mano para caminar y tú tomaste la de Atsushi.

Siguieron a Uraume en silencio, sin hacer un mísero ruido por miedo a que algo malo pasará o ella se molestará, siquiera intentabas no hacer ruido al respirar porque sentías que se escucharía en todo el templo por ser un lugar silencioso.

Cada que avanzaban la oscuridad parecía devorarse sentirse sobre ustedes desde la parte de atrás.

Uraume se detuvo en una enorme puerta con grabados extraños, la puerta fue abierta soltando unos chirridos inquietantes dejando a la vista una gran y amplia habitación.

Te paralizaste por un momento al notar que la mayoría de las decoraciones que había en ese pequeño santuario estaban hechas con huesos. Y además de eso, había muchos cráneos, más de lo que pudieras contar.

Y en una pila de huesos, al final de esta se encontraba una especie de trono, donde estaba sentado de naturaleza oscura y retorcida. Muy sexy pero malvado.

- vaya~ no pensé que volvieras a pisar mis dominios, mocoso - hablo la voz de aquel hombre de forma grave.

- este lugar nunca te ha pertenecido... No son tus dominios... Ni tuyos ni míos - respondió con frustración y enojo en su voz.

Se notaba que entre el hombre que se encontraba sobre aquella pila de calaveras y Yuuji tenían historia. Algo horrible tubo que haber hecho ese hombre misterioso para que Itadori tuviera esa expresión en su rostro.

- son míos porque preferís te unirte al ejército del emperador y huir como un cobarde... Si tan solo a hubieras ayudado a tu hermano mayor a destruir a la corona imperial... Este clan no estuviera así - hablo el hombre de voz grave saliendo a la luz.

Suaves cabellos rosados estaban desordenados y un par de ojos rojizos como la sangre te hicieron retroceder asustada.

Esa aura que desprendía te aterraba, sobre todo notar esa gran similitud entre el dulce joven Itadori con este hombre de extrañas marcas en la cara.

- vaya... Al fin nos conocemos, pequeña emperatriz - sonrió con arrogancia cuando notó que temblabas ante su tono de voz.

- dejala... Ella no tiene nada que ver en nuestros asuntos Sukuna

- entre nuestros asuntos no, pero, ella y yo tenemos algunos asuntos propios pendientes, ¿No es así? ¿Pequeña emperatriz?

¿Para que Yuuji te trajo a este lugar?

¿Que quería sukuna y que era eso que según él, ustedes tenían pendiente?






❄️


Segunda aparición de Sukuna en esta historia!

La verdad estuve tentada a dejar a sukuna por fuera y solo hacer una pequeña mención.

Pero no sería tan divertido, además el novio de Gege fue la pieza que me faltaba para visualizar como quiero que termine este libro.

En fin.

Vas a Caer Sukuna 😔👊🏻

#yanoquieroquemepisesukuna

࿈ℙℛᎾℙℐℰⅅᎯⅅ ⅅℰℒ ℰℳℙℰℛᎯⅅᎾℛ࿈ [Gojo Yandere x Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora