࿈ℙℛᎾℙℐℰⅅᎯⅅ ⅅℰℒ ℰℳℙℰℛᎯⅅᎾℛ࿈ [Gojo Yandere x Tu]

❄️ Cincuenta y Cuatro ❄️

~

Gojo quería verte feliz.

Así que como regalo de bodas te trajo a tu tan querida Akiko.

Sabía que estarías muy feliz, después de todo ¿Cuantas veces no le habías pedido que te dejará ir para poder ver a Akiko? Sin duda muchas, tantas que perdió la cuenta que, por supuesto, no llevaba.

Sorpresa se llevó al ver como le ordenabas que la alejara de ti.

Aunque tu mirada se notaba algo fría, tus ojos no lo engañaban y notaba como le rogabas con la mirada para sacar a Akiko de allí.

Así que como buen esposo que quería ser, obedecería a su amada esposa y alejaría de su alrededor a todo aquel que molestará o irritará a su amada.

— vaya... Nunca pensé que ella reaccionaria así al verte, ¿Verdad, Akiko? – el albino sonrió de lado

— ¿Que le hiciste a mi niña? ¡Ella no era así! – grito la vieja Akiko, muy enojada y dolida.

— yo? Además de amarla y quererla, no le hecho nada que le incumba a usted, si lo que quiere saber es si le dije algo para poner a TN en su contra, allí si está equivocada porque usted para mí no es otra pieza más para acercarme y ganarme el cariño de mi esposa – Satoru sonrió, pero luego borró su sonrisa y puso una expresión intimidante – bueno, ni para eso sirves ahora porque mi flor no te quiere ver ni en pintura y así tu existencia no me sirve para nada.

— y-yo... ¡Pero yo!

— tu nada, agradece que te dejo vivir por ser alguien a quien ella quiso mucho, porque si no, ya estuvieras tres metros bajo tierra – declara con mirada oscura y cruel.

Akiko no le quedó más que bajar la mirada arrepentida de haberte llevado a ese palacio, quizás si te hubiera casado con algún noble de las tierras del norte fuera sido mejor para ti y para ella.

— ahora largo – sentenció con una sonrisa arrogante y cruel.

Al ver que no quería moverse, Gojo chasqueo sus dedos y los guardias empezaron a arrastrar a Akiko a la salida del palacio y del portón que resguardaba al palacio. En cuanto la vieja se perdió de su vista, volvió a sonreír con alegría.

— bien, ya que acabo.... ¡A regresar con mi amada esposa! – canturrio alegre mientras daba media vuelta y se dirigía de regreso al salón central donde se llevaba a cabo la fiesta.

Al entrar se dirigió al mismo sitio donde había dejado a su esposa, pero sorpresa se llevó al no verte allí.

¿Te habías movido de lugar? Por qué lo hiciste? Te regañaria, pero luego recuerda que jamás te ordenó quedarte en el mismo lugar, así que lo dejara pasar.

Empieza a buscarte a los alrededores, lo malo de ser una boda, no solo de alta sociedad sino de la cúspide de la alta sociedad, es que va un montón de gente que a la mayoría, gojo los desconoce y solo los invito por protocolo.

ª y porque quería mostrarle a todos que hermosa mujer estaría a su lado por el resto de sus días.

Con una sonrisa espera encontrarte para sacarte a bailar. Su primer baile como esposos... Bueno sería su primer baile en todo, pero ¡Le agradaba la idea de ser el primero!

Sonrió con cariño al imaginar cómo estarías viendo seguidamente al suelo para evitar pisarlo, y él como todo un caballero te dejaría montarte en sus pies para guiarte y que no estuvieras preocupándose por algo tan insignificante como pisarlo.

Podrías hacer cualquier cosa y el solo te miraría con amor, ese loco amor que tiene por ti.

Pero su sonrisa y sus imaginaciones se esfumaron cuando no te encontró en ningún lado, ¿Donde rayos te metiste? Empezaba a preocuparle no encontrarte.