Capitulo 80 - Desgracia

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Zewu Jun se encontraba parado en medio de un grupo de personas enojadas y gritando. La multitud se había reducido ya que la mayoría de ellos había decidido ir por su cuenta a buscar al Oráculo Divino a la fuga. Callado, el hombre hacía oídos sordos a las diatribas de los que se habían quedado. Todo lo que le importaba era el abrigo rasgado que sostenía y la sangre que había en él. Tenían un trabajo: proteger a Wei Wuxian de los ciudadanos. Mirando a su alrededor lo que había quedado de los sucesos de hacía una hora y el único sentimiento que pudo sentir dentro de sí mismo era el fracaso. Estas personas eran gente común. No cultivadores. Tampoco espíritus o cadáveres feroces... solo gente comun del dia a dia. Y aún así, contando con el apoyo de dos clanes de cultivadores reconocidos, no pudieron proteger a una sola persona.

Zewu Jun pudo contener lo que quedaba de las personas alrededor del pozo. Hizo muchas promesas que estaba seguro de que no podría cumplir. Un político siempre ofrecía el sol y daba la luna. Cualquier cosa para calmar a esta gente. Todo lo que le importaba en este momento era crear un ambiente seguro para que Wuxian y su hermano regresaran sin temor a que se volviera a repetir lo que acaba de suceder. Los discípulos que había enviado no pudieron encontrar ni a Wangji ni a Wuxian. Zewu Jun sabía que cuando Wangji no quería ser encontrado no podían hacer nada más que esperar. Nie se le acercó y miró el abrigo ensangrentado: "¿Qué deberíamos hacer? Los discípulos no pueden encontrarlos."

Zewu Jun frunció el ceño: "Eso está fuera de nuestras manos por ahora. Concentrémonos en lo que tenemos que hacer."

Nie: "Que es?"

Zewu Jun: "Encontrar el consejo de la ciudad. Despiertalos si es necesario. Tenemos un trato que hacer."

En las afueras de la ciudad, Wei Wuxian miraba con los ojos muy abiertos a la mujer transformada que tenía delante. No esperaba que la hoja funcionara tan bien. Susurró: "Bueno... eso ha estado diferente."

Wangji estaba tan sorprendido como él: "Diferente se queda corto."

Wuxian se inclinó sobre la mesa para tocar la nueva cara suave de Meili para asegurarse de que fuera real: "¡Tienes que verte en el espejo!"

Meili sacudió su cabeza: "No tengo uno. Padre nos dijo que no debemos ser vanidosos."

Wangji desenvainó a Bichen y la acercó a ella para que pudiera ver su reflejo en la espada. Meili estaba sonriendo: "Qu... ¿Cómo es esto posible?"

Se puso de pie y se miró las piernas y los brazos. Caminó alrededor y saltó, luego se giró para sonreírle a Wuxian: "¡NO ESTOY COJEANDO! ¡MIRA MIS BRAZOS! ¡ESTÁN IGUALES!"

Ella irradiaba felicidad. Eso hizo que el mal día de Wuxian hubiese valido la pena.

Wuxian miró a Wangji y le preguntó: "¿Qué se supone que debemos hacer ahora?

¿Podemos volver a la posada?

Wangji sacudió su cabeza: "No creo que sea seguro."

Se escuchó un golpe en la puerta y Meili se sorprendió: "Nadie nunca había tocado esta puerta."

Wuxian sintió quién era antes de saltar para abrirla. Wen Ning estaba parado allí, sosteniendo a Da Ziran y frunciendo el ceño con preocupación. Agarró a Wuxian y lo abrazó con fuerza, lo que permitió que la serpiente regresara a su compañero original. Wen Ning: "Estaba preocupado."

Wuxian le dió unas palmaditas en la espalda: "Evidentemente."

Wen Ning lo soltó y luego agarró de la barbilla a Wuxian para ver los vendajes un poco más abajo: "¿Es una herida seria?"

The Rise of the Divine Oracle (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora