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Lilian
Después de empacar el almuerzo que le iba a dejar a Derek, en su oficina, subí a mi habitación a cambiarme, un vestido rosa iba a ser el indicado, el favorito de mi esposo por cierto.
- Perfecto - me vi al espejo y sonreí, me veía hermosa, como siempre.
Me hice una coleta alta y salí camino al trabajo de Derek.
Después de años trabajando con la manada y cansados de vivir del dinero de los hale y Peter, Derek y yo decidimos buscar un trabajo para poder construir nuestra familia poco a poco, es así como hace 2 años Derek comenzó en una empresa de publicidad, convirtiéndose en jefe a los pocos meses, que les puedo decir, mi esposo es un experto seduciendo, no solo a mi, también a sus jefes.
- Hola jerson - saludé con una sonrisa a uno de los asistentes del piso en donde trabajaba derk ¿sabes si Derek está en su oficina?
- oh, señora hale, buenas tardes, el señor está en su oficina.
- gracias, ten, esto es para ti - le ofrecí una bolsa de papel con un pastelillo dentro - lo hornee esta mañana.
- Muchas gracias, es usted muy encantadora. - sonreí y fui camino a ver a Derek.
Oficina 594, estaba apunto de ingresar cuando una chica se interpuso en mi camino.
- El jefe es un hombre ocupado, no tiene tiempo de hablar con nadie ¿Entendido?
La mujer me hablo horrible, no tenía ni idea de quién era pero me caia mal, ahora que la veía bien, era muy hermosa, alta, cabello negro, unas tetas grandes que se asomaban por el inmenso escote que llevaba la mujer, realmente era una mujer impresionante.
- Soy Lilian H...
- No interesa, ven a las... - vio su libreta - a las 5 está desocupado.
- Déjame entrar, soy su...
- ¿Que sucede aquí? - salió mi esposo despues de escuchar los gritos de la mujer que tenía en frente.
- Señor, es esta mujercita que quiere verlo. - me señaló despectiva.
- No es una mujercita, es mi mujer. - Derek tomo me cintura y me besó - Cintia voy a pedirte más respeto con mi esposa y que le ofrezcas unas disculpas.
La mujer se puso roja de vergüenza, reí bajo por su reacción.
- Lo siento mucho señora Hale, no volverá a repetirse, es mi segundo día, solo trataba de hacer mi trabajo.
- Está bien Cintia, ten - le ofrecí uno de mis pastelitos - son de fresas con cereza.
Después de darle el bocadillo entre con Derek a su oficina.
