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Paola Dunbar.
Faltaba poco para llegar a casa, solo unos 5 minutos, tú puedes Paola, no pasará nada, si no piensas en nada malo nada malo pasará.
Eran casi las 3 de la mañana, había salido de fiesta con unos amigos de la escuela, pero ninguno quiso acompañarme a casa y yo ya me encontraba bastante cansada, se preguntarán ¿Por que no llamaste a tu lindo hermano a que valla a por ti? Bueno... El me mandó a la mierda porque estaba en pleno acto sexual con su novia, Horror lo sé.
Un auto rojo se estacionó en frente de una casa, 3 chicos saliron de este, los 3 me miraron y se me acercaron, mierda.
- ¿Cuánto cobras preciosa?
- No soy una prostituta. - los chicos se rieron. - lo digo enserio, disculpen pero debo llegar a casa.
- Podemos llevarte muñeca. - uno de los chicos tomo mi cintura - pero antes vamos a la mía.
- No gracias, sueltame imbécil - le pegue en el antebrazo
- Así que te gusta la violencia ¿eh? - jalo mi pelo con fuerza - debí suponerlo, a las chicas como tú les gusta que sean malos con ellas.
- Por favor, sueltame - dije en un sollozo. - debo de llegar a casa.
Los empujaba, les pegaba, hacia de todo, pero ellos no se detenían, me habían acorralado en una esquina a lado de una casa que parecía en abandono, mi blusa había desaparecido, y tenía las manos de ellos dentro de mi ropa interior, me sentía horrible, me daba asco, demasiado asco.
- Déjenme por favor, lo suplico - les rogué - por favor.
- Te dejaremos preciosa, cuando acabemos contigo. - sonrió malévolo.
Moría de miedo, todo estaba oscuro y por más que gritaba auxilio nadie salia, nadie hacía nada, juro que vi a una señora pasar a nuestro lado y no hizo nada.
De pronto sonó algo, un ruido bastante fuerte y estrenduoso. Un rugido.
- ¿Que diablos fue eso? - hablo uno.
- ¡Auxilio! - grité
- calla puta - recibí un puñete por parte de alguno de ellos.
Todo ocurrió tan rápido, no me di cuenta de cómo pero aquellos chicos se encontraban en el suelo y con un corte en la parte del abdomen y otro en la entrepierna.
- Ten mi chaqueta - dijo dándomela.
Estaba en shock, lo único que pude hacer fue correr y abrazarlo, mientras las lágrimas Corrian por mis mejillas.
- Tranquila Paola, ya estoy aquí.
- Fue horrible Theo, fue horrible - escondí mi rostro en su pecho mientras el solo me consolaba. - iban a... - me interrumpió.
- No lo digas, eso no ha pasado así que no vale la pena pensarlo.
Theo era mi ex novio, rompimos hace unas semanas, ninguno de nosotros tenía tiempo para invertir en la relación y decidimos quedar como amigos.
- Estoy muy asustada.
- Ya estás fuera de peligro, estoy aquí.
- Gracias, Gracias por llegar, por salvarme - lo abrace más fuerte - ¿Los mataste? - pregunté mirando a los muchachos tirados en el suelo.
- ¿Eso importa? Te estaban lastimando, no quiero ni pensar lo que hubiera pasado si no llegaba a tiempo.
- Lo se pero estaban ebrios no sabían lo que hacían.
- Eso no les da derecho a tocarte, entiende linda, no existe justificación para lo que hicieron y tú no tienes la culpa de nada. - dijo limpiando mis lágrimas.
- Tienes razón - me puse la chaqueta de Theo mientras que el me abría la puerta de su auto.
- Te llevaré a casa ¿Si?
- ¿Como me encontraste?
- Estaba en la fiesta, te vi salir sola e irte y no podía permitir que te vallas sola, así que decidi alcanzarte con el auto, además, seguí tu olor.
Ya en mi casa Theo me preparo algo de comer y un te caliente, mientras yo me daba una ducha, me sentía fatal, pero las palabras de Theo me hicieron calmar un poco, no existe justificación para lo que hicieron y tú no tienes la culpa de nada. Tiene razón yo no hice nada, pero aún así me sentía mal.
Termine de cambiarme y baje a ver a Theo.
- Ten, gracias - le entregué su chaqueta.
- No es nada, estaré siempre para ti, me da igual si somos novios o no, te cuidare siempre.
Lo abrace muy fuerte, me sentía débil. El acarició mi cabello y dejó un beso en la frente.
- Gracias.
Liam llegó a casa y cuando me vio de inmediato se acercó a mí.
- ¿Que le hiciste maldito imbécil? Te dije que no volvieras a verle Paola, voy a matarte - Liam tenía sus ojos amarillos y sus garras a fuera.
- Liam, basta, Theo solo me acompañó ya que tú estabas bastante ocupado como para hacerlo. - dije molesta
- ¿Estás molesta por eso? No me parece justo tu...- Theo le interrumpió.
- ¿No te parece justo idiota? Si llegaba 10 segundos más tarde tu hermana hubiera sido violada por 3 enfermos. - grito Theo, a lo que Liam se calmó y corrió hacia mi - A mí no me parece justo que hallas preferido sexo antes que recoger y mantener a salvo a Paola.
- ¿Eso es verdad? - dijo mi hermano mientras acariciaba mi pómulo lastimado yo solo asentí - voy a matarlos ¿Donde están?
- Creo que Theo ya se encargó de eso.
- ¿Los mataste?
- No lo sé pero estoy seguro de que no van a lastimar a ninguna otra chica más.
- Lo siento Paola, juro que nunca más volvera a pasar algo así. - mi hermano me abrazó.
- Será mejor que me valla, ya sé que estás a salvo, cualquier cosa me llamás ¿Si? - asentí.
- Gracias Theo - dijo mi hermano - por cuidar de ella.
- No es nada.
Corrí hacia el para abrazarlo.
- No fue nada princesa - dijo el antes de irse
Nos despedimos y el se fue, había sido un día bastante horrible, pero al menos volví a casa.
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Tal vez no halla sido perfecto o no halla tocado bien el tema pero creo que se ha entendido el punto, abusan de nosotras solo por el hecho de ser mujeres y si caminamos solas en la noche somos prostitutas y eso les da el derecho a que nos falten el respeto, esto debe de acabar.
Hoy y siempre deseo que llegues a casa, abraces a tu familia y no tengas que vivir algo tan horrible como un abuso, no me ha pasado y pido a Dios que nunca me pase, pero de ser así espero que las personas me crean y no me pregunten en donde estaba o que era lo que usaba y sobre todo, espero que se haga justicia.
No te quedes callada por más mínimo que pienses que sea, si de algo te sirve hermana, YO TE CREO, CREO EN LO QUE DICES Y NO TIENES LA CULPA DE NADA.
