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Beatrice Stilinski
- Oh...mierda, si...- gemí fuerte mientras Jordan me hacía un increíble sexo oral sobre el lavamanos. - Ah, si.
- Me encantas - dijo para después pasar su lengua por mis pliegues y clitoris hinchado. - mierda estás tan mojada. - metió 2 de sus dedos en mi interior.
El cuarto de baño se llenó de mis gemidos, los cuales provocaba el hombre que tenía entre las piernas, que bendición que recibí con este hombre.
- No aguantó más debo estar dentro de ti. - gemí cuando sentí la separación de su lengua de mi intimidad, se bajó los pantalones junto a su ropa interior y se metió dentro mío en un solo movimiento fuerte y duro.
- Dios mío - gimió mi esposo. - como amo tu coño mojado.
- Si...si sigues hablando así...voy a venirme más rápido de lo que creí.
Me tomo fuerte de las caderas y aceleró sus movimientos, envistiendome de una manera deliciosa.
- Oh, apretarme nena. - gimió en mi oído causándole aún más placer. - di de quién eres. - me tomo de la barbilla y comenzó a besar mi cuello. - Dilo.
- Oh, dios, soy tuya, solo tuya Jordan, dame más fuerte...más por favor. - gemí
- Voy a llegar.
- Yo...MIERDA - gemí en cuanto sentí el clímax, Jordan gimió fuerte antes de correrse dentro mío.
- ¿Segunda ronda en la bañera? - me preguntó mientras besaba mi cuello
- Claro que s... - golpecitos en la puerta nos hicieron alarmar.
- Mamá
- Mamá
- Mamá
Las tres vocesitas se hicieron presentes y ambos entramos en pánico, tratando de no reírnos, teníamos que escondernos de nuestras bendiciones para poder tener un poco de intimidad.
- Esperen un momento amores. - grité - abrochate el pantalon y lávate los dientes y las manos - dije mientras acomodaba mi vestido y mi cabello, enjuague mis manos y abrí la puerta.
- ¿Que sucede? - los tres pares de ojos me veían curiosos.
