SUBIRE ESTOS 2 SHOTS (EL ANTERIOR DE ISAAC Y ESTE) JUNTOS PORQUE ME PARECEN MUY LINDOS Y BUENO, ESOERO LOS DISFRUTEN TANTO COMO YO DISFRUTE ESCRIBIENDOLOS.
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Amaris
Llevaba saliendo con Derek desde ya hace seis meses, sin duda los mejores meses de mi vida, no pensé jamás enamorarme tanto de alguien, nos conocimos en el bosque, yo salía a correr como de costumbre y en uno de esos días Derek se acercó a invitarme un café, como negarme ante un chico tan guapo, ahorita me estaba preparando para ir a darle una sorpresa, me subí a mi auto y conduje hasta su casa, había ido mil veces a recogerlo hasta allí, pero nunca había tenido la oportunidad de entrar, Derek me dijo que vivía con su tío anciano y que este paraba durmiendo y era mejor no molestarlo, cosa que entendía a la perfección.
Cuando llegue, Derek salió de su casa, obviamente me había sentido llegar.
- Hola cariño - corrí a abrazarlo y dejar un beso en sus labios. - te extrañe está semana.
- Ho...hola preciosa ¿Que haces acá? - me preguntó un poco nervioso.
- Ammm.... Quería darte una sorpresa. - me alce de hombros y comencé a ponerme nerviosa. - ¿Puedo pasar?
- Emm... No es un buen momento. - Derek miró hacia el interior de su casa. - Si me esperas 5 minutos, podemos salir a tomar algo. - me respondió aún nervioso, cosa que me daba que pensar.
- Emm...Claro... Te espero. - Derek dejo un beso en mis labios y volvió a entrar a su casa.
Derek estaba demorando más de lo esperado así que aproveche que había dejado la puerta entreabierta y entre a su casa, me daba curiosidad que ocultaba Derek, con todas mis ganas, esperaba que no tuviera a otra mujer escondida, eso no se lo perdonaría.
- Pues vete a la mierda - escuché el gritó de un hombre que no era Derek y de pronto salió este sujeto, rubio, ojos azules, musculoso y bastante guapo. - oh pero que belleza. - se acercó a mí, tomó mi mano y dejo un beso en ella. - debes ser Amaris, la novia de mi sobrino. - Abrí mis ojos sorprendida, no me esperaba que este señor sea el tío anciano que Derek mencionaba. - Un gusto hermosa, Derek tiene una jodida suerte con sus mujeres.
- Amm... ¿Mujeres?¿Cuantas? - pregunté nerviosa, mis dudas aumentaban.
- Tranquila linda, tu eres la única si es lo que te preocupa, si me disculpas debo irme.
- Está bien, un gusto. - me despedí y el me sonrió.
- Una cosa más...
- ¿Que sucede?
- Suerte con el niño. - el señor se fue y yo me quedé extrañada ¿niño? Seguro se refería a Derek.
- Peter vuelve aquí, voy a matarte te lo juro. - Derek apareció por el pasillo con una pequña toalla en sus manos. - Amaris... Te dije que me esperes afuera.
