Como cada mañana me desperté por los chillidos emocionados y molestos de las cuatro criadas encargadas de mi que sin embargo su empleo en la casa de mi padre no iban a durar mucho.
Pero que hora era?! Por dios las ocho y media ..Debería de ser una de esas mañana de domingo en que una chica normal de ciudad se levanta a las doce del mediodia después de una noche de juerga.
Les supliqué que me dejaran dormir, ya que no me tenía que despertar hasta dentro de una hora. Pero en ese entonces entró Gloria, la única mujer que hacía parecer ese infierno un poco menos horrible.
-Alba levantate, o te levanto yo de mala manera, recuerda que hoy es un gran día.- comentó resaltando las últimas dos palabras con cierto tono de ironía.
Lamentablemente tuvé que hacerle caso, ya que sus maneras de despertar a una persona por la mañana no eran precisamente agradables. Se pasaron toda la mañana tratando de que aquel vestido exagerado, pesado y casi impossible de poner, que había elegido mi madrastra, me quedara bien. Cosa imposible. Y luego sigueron con el extravagante maquillaje y si os soy sincera prefería ir desnuda antes que con aquel vestido de la edad media que apretaba con fuerza mi cintura y pecho. Finalmente terminaron cerca de las doce del mediodía.
En cuanto pude librarme de las irritantes mujeres decidí ir la ver a mi madrastra para exijirle que debía cambiar mi vestido aunque la boda tuviera que posponerse hasta más tarde, o para nunca preferiblemente.
Antes de llegar pase por la cocina a picar algo ya después de tantas horas de cansancio ydirigí mi mirada hacia el televisor en el que volví a ver otra noticia sobre otro robatorio homicida que desde hacia un par de meses no paraban de cometerse por el mismo sujeto.
Había robado ya más de tres-cientos sesenta millones de dólares, y matado a más de doce personas, mayoritariamente guardias, que impedian su camino. Siempre era tan misterioso, sigiloso y ágil, era como un fantasma oscuro, junto a esas vestimentas de azul marino y enmascarado... Salí de mi ensueño creado por esa imagen borrosa captada por una camara de un semáforo y finalmente seguí mi camino.
Abrí la puerta de la habitación de mi supuesta madre de golpe.
-Ya puedes pedir que me cambien el vestido o no me caso-dije casi gritando- Aunque si fuera por mi ya ni siquiera me casaria con vestido o sin vestido.
Y practicamente ignoró mi presencia. Ella no se immutó ya que se encontraba colocandose una de esas pelucas rubias tan extraovertidas sobre su pelo caoba rizado. Tenia una obsesion por el pelo rubio, sin embargo no queria teñirse ya que eso estropearia su pelo.
-Puedes escucharme?!-chillé
-Te casaras con ese vestido cueste lo que cueste como si tengo que arrastrarte con cadenas y no se hable más. Ahora sal -me dijó mientras se disponía a maquillarse-.
-Que sepas que ponerte tanto maquillaje no compensará tu edad y la génetica te hará ver desagradable siempre-le dije con rabia antes de irme.
Y en ese instante antes de cuzar la puerta me agarró del brazo y después de girar mi cuerpo, abofeteó mi rostro y empezó a decirme barbaridas que una persona no debería oír en toda su existencia.
En cuanto conseguí deshacerme de su agarre me fui derramando lágrimas estropeando el maquillaje y ensuciando las partes bajas del vestido con las manos con las que me habia desecho de las lágrimas junto con el maquillaje.
Continuará..
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Signos vitales de viejas memorias (en edición)
RomanceAmor prohibido, historias más allá de la que ha vivido y amistades de las que duran para siempre. Eso es lo que descubrirá nuestra protagonista, Alba, cuándo decide romper las cadenas que la tiene prisionera bajo la custodia de su madrastra. Mientra...