Capitulo 30

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Podia notar tantas miradas en mi.

Tapé mi rostro con mis manos mientras sacudia frenéticamente mi cabeza sintiendo como mi corazón iba a explotar. Separé lentamente mis dedos para ver cual era su cara pero rápidamente los volví a juntar.

Su cara era sonriente y tan roja como la mía. Estaba tan adorable..

Pude sentir como su mano de posaba en mi pelo y lo acariciaba dulcemente. Levanté mi cabeza y lo miré fijamente a los ojos cuando el desvió su mirada hacia otro lado y empezaba a desordenar mi pelo de forma divertida y dejando mechones de pelo por todo mi rostro.

Aunque me gustaba que me acariciara aquello era un tanto molesto asi que agarré amabas manos y lo detuve poniendo un puchero. Cuando realmente me di cuenta de como tenía agarradas sus manos, las solté de golpe.

- No digas esas cosas- dijo riendo- Puedes pasar tiempo conmigo de otras formas-.

Aquello sonó tan mal que retrocedí avergonzada.

- No me refiero a eso tonta- Exclamó-.

Podíamos oir las carcajadas y algunos susurros por parte de los demás mientras ambos mirábamos amenazantes a todos ellos.

- Yo creo que ella está de acuerdo con esas ''formas''- Dijo Mia de manera pícara-.

Mientras seguiamos riendo vi la mirada fija y seria de Lucas que hizo que me pusiera seria. J me hizo una señal de que ya hablariamos más tarde. Volvimos lentamente a las cabañas y decidimos hacer ya las maletas. Llevabamos ya un tiempo y J debia hacer varios negocios en otras partes, o al menos eso es lo que habia oido. Por la noche tomamos un baño en el mar. La agua realmente estaba fría sin embargo era el último día asi que aquello no importaba.

Mientras volvíamos de camino a la cabaña pude ver cómo Daniel andaba solo y apartando de los demás junto una cara seria. Me puse a su lado y cuándo se dio cuenta de mi presencia me observó durante varios segundos y le dediqué una pequeña sonrisa que fue rechazada por una mueca.

Me empecé a alejar para dejarlo solo con su mal humor cuándo de repente su mano agarró mi brazo con fuerza y me hizo retroceder. Le observé en silencio y sorprendida mientras que andaba a su lado.

De repente extendió su mano ofreciéndome una foto. Fui a agarrarla cuando de repente apartó la mano y se dispuso a hablar.

- Realmente no te soporto. Escondiéndole cosas cómo estas.- Me dijo con una voz ronca mientras que yo agarraba con brusqueza la foto-.

Me quedé con el rostro pálido al ver la foto que delataba la verdadera relación que teníamos J y yo. La guardé rápidamente y miré a Daniel que observaba el suelo con una mirada llena de.. odio.

- Escondiéndote de la realidad. Él no es tu escudo. Tu no vas a arruinarle la vida. Si te quedas aquí sólo le traerás problemas.- Siguió hablando- Pero no voy a contárselo. Ya tiene suficiente teniéndote a ti como estorbo. Voy a hacer de tu vida una ruina por hacer de la suya un maldito problema. Te voy a apartar de él. Solo hacia falta que fueras su estúpida herm-

Me abalancé sobre él para impedirle que pronunciará la última palabra. Le miraba con él ceño fruncido mientras que un vacío se apoderaba de mi, recordando cada palabra que había pronunciado. No me di cuenta cuándo él agarró ambas muñecas y me acorraló entre una pared y su cuerpo. Su piel era helada y dura. Podía ver a través de sus ojos todo el dolor que tenía escondido en algún rincón de su corazón.

Dejé de insistir y me rendí. Su cara fue de sorpresa mientras que mostraba un rostro inesperado de compasión y tristeza. Su rostro se acercaba al mío. Parecía ausente. A apenas un centímetro de distancia de que nuestros labios se unieran, una voz sonó a lo lejos.

- Que rayos te pasa Daniel-.

Ambos miramos hacia donde provenía aquella voz. Lucas miraba preocupado y extrañado a Daniel. Daniel bajo su cabeza durante casi un minuto sin soltarme mientras que todos nos miraban con un rostro indescriptible. Inesperadamente levantó su cabeza y sentí una rápida y suave presión sobre mis labios mientras que mi oxigeno se desvanecía rápidamente y mis oídos podían captar los chillidos ahogados de todos. 

Me soltó y caí de rodillas mientras que podía ver dificultosamente y de reojo sus pies cómo se alejaban de nosotros en dirección contraría. Mia y Allison corrieron hacia mi y me levantaron mientras que yo aún tenía la mente en otro lado que ni siquiera yo sabía.

Lucas fue detrás de Daniel de manera apresurada mientras que J observaba serio el lugar por dónde la presencia de Daniel había desparecido. Luego sus ojos se posaron en los míos pero yo lo aparté avergonzada.

Me frustraba el hecho de que él lo hubiera visto todo. Volvimos en silencio los cuatro que quedábamos. Nadie dijo nada al respeto. Salí un rato para despejar mi mente y entonces vi como llegaban Lucas y Daniel que no se dieron cuenta de mi presencia. Me pareció ver que J no dejó entrar a Lucas que retrocedió casi cayendo. 

Lentamente se fue y cuándo su silueta desapreció de mi vista me acerqué a a la cabaña de los chicos sin pensar en las conseqüencias mientras que apoyaba mi oído en la puerta de madera.

Continuará... 

Signos vitales de viejas memorias (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora