Signos vitales de viejas memorias (en edición)

Capitulo 24

La textura dura y temperada del suelo de madera. Eso es lo que notaba mi piel helada.
Desperté con un tremendo dolor de cabeza. Y a causa de la estridente y constante combinación de ruidos que venia del piso de abajo.
En mi cabeza solo retumbaban palabras incomprensibles y ruidos causantes de objetos que al parecer debían volar por toda la sala y romperse en pedazos.
Me arrastre hasta la puerta y pegué mi oído.
Lo mismo.
Entonces oí el sonido de un disparo y a alguien acercarse hacia mi habitación.
Empecé a retroceder asustada.
En ese instante alguien golpeo la puerta de forma brusca.
Al tercer intento la puerta cayó. Reventada.
Entonces apereció mi salvación. Creo.
Aparecieron Daniel y Mia apresurados. Se acercaron a mi y Daniel me cargo de manera "nupcial".
Salimos a paso rápido de la habitación y nos encontramos con la causa de todos aquellos ruidos.
La sala estaba destrozada. Jarrones, armarios, el televisor.. Todo. Marcas de disparos en la pared.
Y entonces lo vi.
El tiempo parecía haberse reducido. A cámara lenta..
Me encontré con él. El causante de todos mis problemas.
Solo fueron unos segundos antes de desaparecer de mi vista.
Me metieron en un auto que había esperando en la parte trasera de la casa.
La emoción del momento, si se podía decir asi, fue tanta que provocó en mi una especie de trance en el que me perdí.
Despierta pero a la vez dormida.

Desperté de aquel extraño momento en cuando el auto se aturo de repente.

Vi salir a Daniel y a Mia asi que me dispuse a salir también. Habiamos vuelto al barco donde nos esperaban Lucas y Allison.

Fijé mis ojos en los de Allison. Expresando la tristeza y decepción de que tenia acumulada en mi interior.

Los minutos pasaron volando y apareció J. Estaba temblando. Fué como si él no me hubiera visto porque ni siquiera levantó su cabeza. El pulso era muy acelerado. Noté la suave brisa que provocó el movimiento del barco con el del viento. 

Sentada en la cubierta fueron pasando las horas. Lo que habia pasado ahi dentro no debia contarlo. 

Las cosas cambiarían de ahora en adelante, pero la verdad no la revelaria.

Inspiré bien hondo y me levanté. Mia, que se habia pasado todo el tiempo conmigo, no articulo ninguna palabra y solo, silenciosa, me observó  irme.

Me dirigí a mi cuarto y empecé a desvestirme. Me coloqué unas vendas alrededor del cuello y las muñecas y el brazo para tapar las heridas y después me puse la ropa que habia dipositada en mi cama.

En aquel momento en el que abrí la puerta del cuarto, choqué con alguien y caímos ambos al suelo.

Menudo dia llevaba de golpes.. 

J... Colocado encima de mi de la misma manera que la primera vez que pisé esas tablas de madera.

A centímetros de mi rostro y con esos mechones de pelo mojados. Gotas de agua por todo su cuello.

Lo separé de mi sonrojada, me levanté y me fui con la cabeza agachada.

La realidad del mundo que me rodeaba no cambiaría la realidad de los nuevos sentimientos que albergaba en mi interior.

J seguía siendo Jeremy y eso no cambiaría nada.

Continuará...