Capitulo 11.

39 7 1
                                    

Veo que Cam intenta parecer relajado mientras me observa. Pero su cuerpo no miente, en la postura de sus hombros se nota que está muy tenso. Su mandíbula parece estar a punto de quebrarse por la presión con la que aprieta.


No sé cómo es que voy a manejar esto, él ha entrado a mi guarida sin haberlo planeado. Si tuviera suficientes fuerzas en este momento estaría fuera de mi departamento, pero si el sólo hecho de trasladarme hasta aquí y hablar me ha dejado demasiado agotada, no quiero imaginarme como seria correrlo a patadas.


Solo hago lo que mejor me parece en este momento. Encerrarme tras barreras láser. No confío en el. Es un narcotraficante escondido bajo la fachada de un empresario respetable. Patético. Ya buscare la forma de arreglar este desastre.


Ahora solo tengo que concentrarme en estar suficientemente despierta para poder hacer bien las cosas.


Presiono el botón de Auto operación. A esto me refería con que mi  "botiquín de primeros auxilios" me había costado una pequeña fortuna. Pero una no puede ir por la vida yendo a un hospital por cada impacto o herida que te causan. No al menos las personas como yo.


El aparato escanea mi cuerpo y se escucha una voz robot femenina ya tan familiar.

"Escaneando organismo"

"Obteniendo información del impacto"

"Procediendo a la extracción de bala calibre 22"

"Iniciando proceso"

"Iniciando aplicación de sedante"

Las palabras se van perdiendo, mis ojos empiezan a pesar demasiado. Poco a poco voy cayendo en la negrura y pierdo la noción.

"Iniciando ope..."

—————————————- 


Mi abdomen duele horrores. Inmediatamente sé qué tipo de dolor es y poco a poco voy recuperando la conciencia, mientras recuerdo que es lo que ha sucedido... No puede ser... Garrix, está aquí... Mi corazón empieza a acelerarse y me levanto de un golpe. De inmediato siento el dolor recorrer mi cuerpo, pero he aprendido a lidiar con esto y solo hago una pequeña mueca a la que si no ponen mucha atención ni siquiera se notaría que recibí un impacto en mi estómago.


Veo el reloj en la pared y me percato que son las 2:00 de la madrugada.


Garrix está profundamente dormido en el sillón, por lo que es seguro que retire las defensas.


Me acerco a él y lo observo. Su cara se ve tan relajada. Lejos de aquella persona que siempre tiene el ceño fruncido. Su respiración es muy pacífica.


Siento un poco de envidia. Hace años que ya no puedo dormir así. Pero si apenas logro dormir unas pocas horas... No sé cómo es que él puede hacerlo después de todos los cargos de conciencia que debe de tener.


De inmediato recuerdo que tipo de hombre es el que está dormido en mi sillón y me alejo como si fuera la misma peste.


Camino lentamente hacia mi recamara para darme un baño. Me desnudo y me paro frente al espejo. La herida ahí está, es como de 7 centímetros pero ha cicatrizado muy rápido. En 4 días solo quedará una nueva marca en mi cuerpo.

DISPARADonde viven las historias. Descúbrelo ahora