Cam Garrix.
Ava sale de la habitación con paso firme. Es algo que admiro de ella. Nunca se desequilibra, siempre mira al frente sin miedo a nada, como si solo existiera ella al mando y todo lo demás se pudiera ir a la mierda. Su voz nunca titubea. Es como si de verdad no temiera nada, como si pudiera descender al mismo infierno y salir viva de ahí.
Después de quedarme como imbécil viendo por donde se fue Ava decido llamar a mi hermana para tranquilizarla. Sé que deben de estar preocupados por no poder contactar conmigo.
Tomo el teléfono de Ava. Según ella esa es la única línea segura para poder contactar con alguien.
Marco de memoria el teléfono de mi hermana, Hanna. A los tres timbrazos contesta:
-¿Si?.- Se escucha su voz un poco confundida.
-Hanna. Hermosa, soy yo. Cam.- Digo con ternura. No me había dado cuenta de cuanto la echo de menos, hasta ahora. A ella y a la demonio de mi sobrina.
-Oh, Cam, por el amor de Dios, ¿Dónde mierda estas?, mama ha pasado un infierno sin saber de ti, pensamos que era uno de esos escapes tuyos que a veces haces para librarte de todo la basura de tu empresa, pero ya había pasado mucho tiempo...- Parlotea Hanna, mientras camino hacia la sala de entrenamientos.
No sé cómo mierda es que Ava está encadenada de pies y manos, estoy a punto de tirar el teléfono y salir corriendo para ayudarla pero me tranquiliza ver que es solo parte del su... peculiar entrenamiento.
-Cam, ¿sigues ahí?.- Pregunta Hanna.
-Claro, claro. Perdona, estaba distraído.
-Vale, solo dime porque diablos no está tu grande trasero sentado atrás de tu escritorio.
-Es complicado hermanita.- Suelto un suspiro.- Simplemente te diré que estoy con alguien. Necesito saber que... va a estar bien porque esa persona me importa. Y... tengo que estar con ella.
-¿Con ella? Así que es una chica la que ha hecho de mi hermano un maldito estúpido que se cree guardaespaldas. Tienes a gente que puede hacer ese trabajo por ti. Déjate de tonterías y regresa a controlar toda esta mierda de nuevo.- Suena desesperada.
-No digas eso. Simplemente sé que mi lugar por ahora, es con ella.
-Vale, entiendo eso. Pero sabes bien que tú tienes una responsabilidad con la empresa. No has dicho cuándo vas a volver a aparecerte por ahí y tú más que nadie conoce a los clientes. Tu desaparición así como así hará que empiecen a inquietarse y podrían retirar su confianza de nosotros.- Dice en tono serio.
-Para eso estas tú. Eres mi otro yo, Hanna, solo que en mujer. Sabrás como manejar eso. Nunca te he pedido nada. Pero esto es importante para mí, necesito que me apoyes.
-Vale, sabes que lo hare. Pero quiero el trasero de esa chica en mi sillón en cuanto sea posible. Necesito ajustar cuentas.- Su comentario me hace reír. No me imagino a Ava siendo intimidada por mi hermana. Antes muerta.
-No es ese tipo de chica que puedes intimidar, Hanna. Pero tengo la esperanza de poder sentar su trasero en tu sillón.- Digo con una pequeña carcajada.
-TEN EN CUENTA QUE TE MALDITAMENTE ESTOY ESCUCHANDO.- Grita Ava desde la sala de entrenamientos.
Mierda...
-Vale, a lo que voy.- Digo en tono serio.- Necesito que contrates al triple de seguridad para cada una de ustedes. No preguntes, simplemente hazlo. Es para mi tranquilidad.- Digo con voz firme, para no darle pie a discutir.

ESTÁS LEYENDO
DISPARA
БоевикKhalil Gibran dijo: "El infierno no está en el remordimiento, está en el corazón vacío"; y no importa si me encuentro en el lado del remordimiento o del vacío, estoy en el infierno, haciendo lo que mejor se me ha dado en los ultimo 5 años, sobrevivi...