Ha pasado una semana desde que llegamos a este lugar, es perfecto. No hay muchas cosas a los alrededores, está alejada de la ciudad y tiene una vista preciosa.
Cuando llegamos me sorprendió mucho ver la casa en perfectas condiciones, así que supongo que Sara tenía una persona que se encargó de esto.
En el tiempo que hemos estado aquí me he dedicado a terminar el programa que me ayudara a escuchar las llamadas de Erick. Fue algo sumamente complicado ya que no estaba pensado para interceptar llamadas de alguno de nuestro equipo. Para poder entrar al teléfono de Erick hay que pasar por muchos tipos de candados que no fue nada fácil brincar. Pero de una u otra forma, está listo.
Son las 6:00 de la tarde y ya no aguanto el hambre. Últimamente estamos comiendo solo lo necesario para seguir con vida. Tratamos de racionalizar los alimentos que nos trajimos del departamento porque queremos prolongarlos lo más que podamos y evitar ir al súper a reabastecernos de comida.
Al que más le dolió dejar de comer en grandes cantidades fue a Cam. Al principio se sintió mal pero después fue acostumbrándose. Y yo, pues... he estado en peores condiciones.
Me levanto del escritorio en el que estaba terminando el trabajo y me dirijo a la cocina.
Cam está preparando algo a lo que no le encuentro forma. Se ve tan sumido en sus pensamientos que no resisto hacer lo que voy a hacer.
Me acerco sigilosamente como me enseñaron tantos años de experiencia. Mis pisadas no se escuchan, por lo que no se da cuenta de que estoy detrás de él.
Saco mi pistola de la espalda y silenciosamente quito las balas. Apunto detrás de su nuca.
-SI TE MUEVES TE VUELO LA CABEZAAAA!!!!
-JODEEEEEEERRRRRR.- Cam pega un brinco que hace que se golpee la cabeza con las puertas de la lacena.
Yo no puedo más con su cara de susto y me parto de la risa. Rio hasta que se me salen las lágrimas. Mi estómago duele y mis pulmones piden aire. Me tumbo al piso y sigo riendo descontroladamente.
Cam está parado frente a mí con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Creo que es momento de disculparme. Me pongo de pie y... no puedo... Vuelvo a reírme tanto que se me vuelven a salir las lágrimas.
-Si tu hubie... JAJAJAJA, no puedo con esto JAJAJAJA, tu cara JAJAJA.
De repente él se acerca tan rápido que no me da tiempo de esquivarlo.
De un momento a otro su boca cae de golpe sobre la mía.
Me sorprendo tanto que me quedo congelada. El rodea mi cintura con su brazo y toma mi cuello por detrás, lanzándome contra el de una manera brutal.
Sus labios se mueven fuertes y desesperados contra mi boca. Siento que cada partícula de mi ser empieza a descontrolarse. Siento que las barreras que me protegieron durante tantos años se derrumban. Siento mil cosas que no sé cómo manejar. Me sorprendo a mí misma moviendo los labios al compás de los suyos. No puedo más. Mi mente no puede con tantos pensamientos a la vez. Mi corazón late con fuerza como si me hablara y dijera "hey aún sigo aquí". No puedo más y suelto una lagrima que desaparece al instante.
Sé que esto es algo que no estaba en mis planes. Empujo a Garrix lejos de mí. Creo que con demasiada fuerza para su gusto, porque se estampa contra la isla de la cocina.
No sé cómo reaccionar, así que lo hago como mi instinto lo sabe.
Tomo el cartucho que está en mi bolsillo, se lo pongo al arma y le apunto a la cabeza.
-¿Por qué hiciste eso?.- Grito.- ¿Qué pretendes viviendo a destruir todo? Maldita sea.- Aviento el arma lejos de mí, y me dirijo con fura hacia él. Le doy un golpe con el puño cerrado y el cae al piso.
Lo miro a los ojos, no sabe cómo reaccionar.
-Ava... yo... no... simplemente... no...- Tartamudea.
-Solo como recordatorio.- Y le doy una patada en el estómago.
El cierra con fuerza los ojos. Sé que se está tragando todas las palabras. Esta tan sorprendido que no sabe qué hacer.
Yo estoy furiosa, así que tomo el arma del piso, y la guardo en mi espalda. Tomo me chaqueta que está colgada cerca de la puerta y antes de salir digo:
-No salgas a buscarme, por tu bien. Ni tampoco me esperes.- Y sin más, salgo dando un portazo.
Camino rápido fuera de la casa. Tan rápido que empiezo a correr.
Pasa 1 hora cuando mis piernas están cansadas, mis pulmones piden aire. No sé cómo llegue aquí pero es un lugar con muchos árboles. Hay un tronco cerca, asi que me dirijo a el y me siento.
Tomo una fuerte respiración. Quizá para tranquilizarme. Quizá para tomar valor y enfrentar a mis pensamientos. Quizá para tomar decisiones.
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HOLA! AQUI LES DEJO UN CAPITULO CORTITO... NO SE OLVIDEN DE VOTAR Y COMENTAR QUE LES PARECE. SALUDOS <3
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DISPARA
AksiKhalil Gibran dijo: "El infierno no está en el remordimiento, está en el corazón vacío"; y no importa si me encuentro en el lado del remordimiento o del vacío, estoy en el infierno, haciendo lo que mejor se me ha dado en los ultimo 5 años, sobrevivi...