DISPARA

Capitulo 15.

Tomo a Garrix de los brazos y lo arrastro a un lugar seguro.

Esta inconsciente. Han pasado 5 minutos y nada. Intento despertarlo de todas las formas posibles. Lo examino por todos lados, me doy cuenta de que no hay indicios de que se haya quebrado algún hueso. Su cabeza no está sangrando ni nada por el estilo, así que no debería tardar tanto en reaccionar. Me estoy asustando. Es muy extraño, joder, odio sentirme así por alguien. Eso me vuelve vulnerable.

Por un momento considero la opción de dejarlo aquí e irme a refugiar. Ya no es seguro estar en Londres. Los malditos perros de Daniel y Erick han declarado oficialmente querer matarme. Si tan solo tuviera mi auto todo sería más fácil. Mi celular se quebró en la caída y ahora está totalmente desecho. Y por si fuera poco, mi herida está abierta.

Veo que Garrix mueve un poco su cuerpo. Gracias al cielo.

-¿Cam? Intenta abrir los ojos, haz un esfuerzo, vamos.- Digo a la vez que tomo su cara entre mis manos para evitar que haga un movimiento brusco.

-Joder, mi cabeza se me va a desprender del cuerpo.- Se queja con la voz muy débil mientras abre muy poco los ojos.

-Cam, sé que tu cabeza te debe de doler como el mismo infierno, pero es necesario que hagas un esfuerzo por levantarte. No podemos seguir aquí, nos van a encontrar. Y además, mi herida está abierta.- El abre tanto los ojos que parece que se saldrán de la cuenca.- Si sigo perdiendo sangre me voy a desmallar.- Él se para de un brinco. Me examina de pies a cabeza y su vista se clava en la mancha húmeda de mi sudadera.

-Dime a donde vamos.- Noto en su voz la tensión de su cuerpo.

-Necesito ir a mi departamento.- El empieza a caminar conmigo pero yo me detengo de golpe.- Yo sola Cam.- Digo.- Te llevare a un lugar seguro y después yo me iré a mi departamento.-

-Estas trastornada si piensas que te voy a dejar ir sola. Estos tipos casi te matan y todo es por culpa mía.- Dice a la vez que pasa sus manos por su cabello castaño y alborotado.

-Cam, por lo que más quieras. Tienes que hacer lo que te digo.

-No.- Me reta.

-Lo harás.- Le digo en tono amenazante.

-Obligame.- Dice a la vez que yergue su postura y se cruza de brazos.

-No me tientes.- Contesto. Bastante buena gente he sido al no dejarlo ahí tirado y este imbécil se empeña es ser un estorbo.

-Voy a ser como un chicle pegado a la suela de tu tenis.- Dice.

No sé en qué momento pasa, pero de repente estoy entre sus fuertes brazos.

-Cam, no seas ridículo, bájame en este momento, aun puedo sostenerme.- Estoy tan sorprendida que no se si reírme o partirle la cara.

-Me encargare de esto Ava. Tú solo no te esfuerces ya, porque estas empezando a parecerte a un fantasma.- Dice a la vez que recorre mi rostro con su mirada.