Despues de la tormenta-Lucerys Velaryon

capitulo 1

Lucerys Velaryon

Desperte aturdido y con un dolor en mi cabeza enorme, no podía pensar en nada.

Cuando abrí mis ojos ví a una persona que no supe distinguir si era chica o chico. Estaba cortando vegetales y estaba de espaldas.

-Quien eres y porqué estoy aquí- Demandé. Talvez mi actitud no fue la mejor pero estaba confundido y con mucho miedo, no sabía ni el porque. La chica que finalmente pude reconocer volteo con una sonrisa de alivio y al mismo tiempo de ofensa -Se dice gracias, niño- dijo con un poco de enojo.

Se empezó a acercar a mi por lo cual me asuste. Dejó el cuchillo en la cama donde yo estaba recostado y se sento. Me preguntó cómo estaba y que me dolía, pero en lo único que pude pensar estaba a unos centímetros de mi y era puntiagudo.

Rápidamente agarre el cuchillo y lo apunte hacia su cuello, yo mismo me sorprendí de el movimiento que hice. Ella hizo una mueca de disgusto y soberbia y de un movimiento mucho más ágil me desarmo. Me quedé sorprendido y mi miedo solo aumento.

- Mi nombre es Alysa- me dijo de manera dulce con una sonrisa en la cara.

-Esta es mi casa,...esa es MI cama... y este es mi cuchillo, así que te pediría un poco de amabilidad por haberte salvado la vida-.

Se notaba que era pícara y valiente, ni se asusto cuando le apunte con el cuchillo y a pesar de yo haber sido tan irrespetuoso me trató con amabilidad.
    
       -Porque me salvaste y de que me salvaste?- Pregunte. De verdad no podía pensar en nada más que entrar en pánico.

    -Como yo soy la que tiene el cuchillo y soy la dueña de la casa te pediré por favor que respondas mis preguntas:
¿Quien eres, de dónde vienes que hacías en esa playa?-

Debo admitir que la seguridad con la que me habló me dió confianza pero un problema mayor me llegó.

- mi nombre es- dije seguro, esperando que la respuesta viniera a mi cabeza como algo normal.

-mi nombre es....- Dije dudoso ya que por más que pensaba, la respuesta no llegaba

- mi nombre es?- La mire esperando a que ella me dijera la respuesta.

Empece a tartamudear por los nervios y por el miedo de no poder acordarme

-yo... no sé cuál es mi nombre, de dónde vengo, quien soy que me hiciste porque estoy acá!-

Yo no sé...