capitulo 9

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Alysa

La vida no es un cuento de hadas, pero Tadeo me hacía creer en eso.

Cómo siempre todos los meses yo estaba con mi problemita, al inicio me incomodaba e intentaba ocultarlo de el.
Pero dos meses después de su llegada Tadeo me pillo a mitad de la noche lavando Mi ropa llena de sangre, se preocupo mucho por mi y me preguntó si estaba lastimada, entonces yo le tuve que explicar la situación...

Fue un poco incómodo pero el lo entendió.

-Pero ¿Si duele tanto porque trabajas esos días?

-No es tan insoportable, bueno talvez. No quería que te enterarás..., Es algo vergonzoso-

-No es como que puedas evitarlo es algo natural, pero no te puedes morir si te desangras?- simplemente me rei ante su pregunta y le respondí que no.

-¿entonces pasa todos los meses en la misma fecha?-

-ehh, si mas o menos-

me impresiono su inocencia y compresion. No me juzgo al contrario me preguntó si me dolía cuáles eran los riesgos, le conté todo acerca.

-esperame, iré a traer algo-

Cuando volvio estaba con agua caliente, un trapito, una mantita y una taza con con mate de peregil.

-Dijiste que para que no te duela tienes que mantenerte caliente.-

-Si, muchas gracias, pero no era necesar....- No tuve ni tiempo de explicarle cuando se agachó puso su brazo atrás de mi rodillas y en pi espalda y me cargo en sus brazos. Me metió a la cama y me ordeno que durmiera

Me dijo que descansara, y durante los siguientes 3 días el fue de compras y fue a pescar solo, pero siempre volvía antes para cocinar las comidas diarias. No me dejó levantarme de la cama para hacer ninguna tarea, me servía agua caliente a cada rato y me arropaba cuando me metía a la cama, cuando queria levantarme o ir al baño el me volvía a cargar en brazos para que no tuviera que caminar, o si yo quería pararme para estirar las piernas el me tendía el brazo para ayudarme.

Lo único que le pedí que yo haría y el acepto sin refutar fue lavar la ropa.

Y se repetía todos los meses.
Al cabo de medio año empezó a contar las lunas y se preparaba para cada mes.
Iba al pueblo un día antes segun su calculo aunque hubiera comida, para no tener que ir entre semana y poder atenderme. Nunca me fallaba. Y esos días me trataba como una princesa a pesar que no era más que una campesina.

Despues de la tormenta-Lucerys VelaryonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora