Lo que algunos rumorean después de la "muerte" de Lucerys Velaryon se confirmarán las sospechas...
Quisiera añadir que está es mi primera historia ojalá les pueda gustar la redacción y les prometo actualizar seguido ya que pensé esta historia por mu...
Los dias eran iguales aunque diferentes. Siempre pasaba algo inesperado en un día monótono.
Todos los días me despertaba a las 5 de la mañana pero hoy no, sabía que se iban a celebrar una fiesta en el pueblo, por el aniversario o algo así. Por lo tanto no estaría abierto el mercado, y no podríamos vender nada.
Intente dormir lo más que pude en mi día libre, pero Tadeo me despertó saltando en mi cama a las 6 de la mañana.
-TADEO!- le grite furiosa aún con los ojos medio cerrados.
-que hora es?!- exclamé mirando a la ventana -Todavía está oscuro...por qué me despertastee. Hoy es el único día en el que podemos dormir hasta TARDE.-
El niño sonrió con picardía y me dijo mientras me lanzaba un secador
-Hoy no, ve a ducharte rápido te tengo una sorpresa-
Siempre me gustó complacerlo, la sonrisa en su rostro cuando estaba feliz era invaluable, entonces solo me levanté y me fui a duchar.
La gente piensa que soy terca y altanera. Y si lo soy pero no con el.
Cuando sali de la ducha me puse una toalla en el cuerpo y entre a mi cuarto.Estaba preparada para vestirme, cuando Tadeo tocó la puerta.
-puedo pasar??-
-Si, pero recién me voy a cambiar-
-Esta bien, no importa-
Entro con una sonrisa en su rostro y algo que parecía un vestido color azul mar con flores.
-Feliz aniversario de pueblo, estuve ahorrando durante meses de los mandados que hacía en el pueblo. Te compre esto-
De verdad me conocía bien, el vestido no era empalagoso ni apomponado, no tenía un color chillón y al contrario uno de mis colores favoritos. Era... era perfecto.
-y también esto.-
Me pasó una caja de zapatos planos simples pero elegantes. De igual manera de color azul.
Lucerys
La mejor parte de mi día fue cuando le empezaron a brillar los ojos a Alysa.
Nos miramos como por 8 segundos sin decir nada, estaba con una sonrisa inocente, soprendida y agradecida.
De pronto se lanzó hacia mi a abrazarme lo hizo tan de repente que casi de le cae la toalla del cuerpo, lo cual hizo que ambos nos sonrojaramos. Fue un momento incómodo pero definitivamente tierno.
Empezó a decirme tantas veces gracias que no pude decirle nada más, solo la dejé con una sonrisa para que se cambiara.
Cuando salió del cuarto con ese hermoso vestido pegado a su figura, fue lo más hermoso que ví. La inocencia y pureza con la que lo lucía eran perfectos.
Me miro en busca de aprobación, pero yo estaba absorto pensado en que ella era una chica tan hermosa. Lo era antes del vestido y ahora todos lo verían.
-Te ves preciosa, que Calira ni que nada- le dije suavemente emocionado.
-Gracias de verdad muchas gracias- la sonrisa en su rostro no tenía precio.
-Ya estamos listos para irnos- le dije emocionado -aunque falta algo importante-
Me levanté de la silla me acerque a ella y le pedí que se sentara y no se pusiera nerviosa
Yo me había puesto los mejores pantalones que tenía y un chaleco que Alysa me había hecho hace meses con mucho esfuerzo. Esa chica era increíble aparte de costurera era peluquera nunca necesite un corte de cabello de manos que no fueran las suyas, tambien me compré la camisa más barata que encontré en el mercado y estaba listo para la parte 2 del plan.
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