capitulo 24

236 20 0
                                    

Alysa

Algo paro mi corazón en ese momento. No podía respirar y me sentía abrumada.

Las imágenes que pusieron eran Tadeo.... No, no podía ser. Si, se parecían y mucho,  el parentesco era muy aterrador.

Lucerys Velaryon segundo hijo de Rhaneyra targaryen y futuro señor de las mareas. Murió en el año 129d.C...

No, por favor. Era el mismo año en que encontré a Tadeo, pero mis esperanzas aún vivían hasta que.

...Perseguido por su tío Aemond Targaryen, que tras buscar venganza los cazo al joven príncipe y a su dragón llamado Arrax. Alcanzandolos y con una Mordida mortal de su dragona vaghar, termino su venganza matando al dragón, Mientras el principe cayó en el mar y murió. Lamentablemente su cuerpo nunca fue encontrado.
Fue muerto cerca Bastión De Tormentas e irónicamente en medio de una terrible tormenta.

Una lágrima recorrió por mi cara, todo tenía sentido. La piel que encontré cerca del mar, era del mismo color que pintaron al dragón del tal Lucerys Velaryon. El año, la imagen..., hasta la muerte tenían sentido. Por eso tiene miedo de las tormentas.
Yo...yo estaba entrando en panico.

Hice algo que jamás había hecho, no importa que tanto la gente pensaba de mi, pero lo tuve que hacer.

Guarde todas mis cosas incluyendo el libro, y corrí hasta la cabaña. Corrí lo más rápido que pude y sin mirar atrás.

Cuando llegue lo ví a el, estaba parado cerca el mesón con un mandil que le había hecho yo. Su cabello negro y ondulado que durante estos 3 años yo había cortado. Esa piel blanca, suave y brillante que no importaba cuanto se quemara siempre volvería  a su color natural. Esa nariz respingada y pequeña que siempre había envidiado. Y sus labios suaves y rojizos.

Se giró a mirarme para saludarme y vi esos hermosos ojos color verde, su inocencia resplandecía a travez de esos dulces ojos. Y cuando me sonrió pude ver su hermosa sonrisa, la cuál siempre me encantaba ver, esos dientes de conejo que se veían tan bellos en el. Porque ese tonto dibujo tenía que parecerse tanto a él.

Me saludo con una mano.
     -Hola Alys, llegaste un poquito tarde-

Seguí viendo y analizando. En el dibujo era el cuerpo de un niño, un dulce e inocente niño.

En cambio mi Tadeo ya era un hombre con un porte derecho y una evidente fuerza y musculatura. Era alto, casi media 1.80. Era un joven guapo y muy amable y no podía creer que aquel joven era un príncipe. Pero no estaba nada confirmado, solo era una posibilidad, pero aún como posibilidad yo tenía que decírselo.

Mi cabeza daba vueltas y me estaba mareando. Veía como Tadeo me hablaba, pero no podía escuchar ni responder ni reaccionar. De pronto todo se volvió negro y caí.


Despues de la tormenta-Lucerys VelaryonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora