capitulo 3

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Alysa

Todas las semanas acostumbro a comprar todo lo que necesito para sobrevivir con el oro que ganó vendiendo los peces que pescó.

Ya me había retrasado dos días y ya estaba escaseando la comida, tuve que apurarme. El pueblo era el lugar donde todos vivían yo vivía a media hora a paso rápido del pueblo.
Había señoras muy amables que me querían pero los chicos y chicas de mi edad me odiaban y excluían por mi familia, mi apariencia y forma de ser.

Me consideraban muy alegre para ser huérfana y muy fea para ser mujer, no era mi culpa, me criaron como un chico desde que tengo memoria, la mujer que me crio me enseño lo básico de ser mujer pero mi padre era el que mandaba y dictaba.

-buenos días señora fely me da dos libras de arroz y papá?

Señora fely: -Alysa querida ya te tardaste pensé que ya no te veria.. Ten querida-

-Si, tuve un inconveniente pero muchas gracias por la preocupación.-

Cuando termine de comprar las cosas que necesitaba me fui.

Cuando estaba por llegar, ví desde la puerta abierta que el niño no estaba por ningún lado. Cómo se me ocurre dejarlo solo quien sabe quién era ese niño antes. Me reprendo a mi misma.

Deje les bolsas a pleno camino ya que la puerta estaba abierta y daba directo a la cama y el no estaba ahí.

Corrí y cuando llegue encontré a "Tadeo" cojeando, cortando unos vegetales.

-me diste un susto- le reclamé - te dije que no te movieras!

-perdon, ví unos vegetales en la canasta y pensé en agradecerte cocinando algo-

- pero, huele riquísimo gracias.-

-De nada.- me dijo secamente

Por un momento dejo de cocinar, se volteo y levanto una ceja . -Y cuando pensabas contarme sobre esto...- me dijo mientras señalaba su pierna.

Me miro con ojos que no pude descifrar y me sentí culpable de algún modo

-lo siento me olvide por completo- le dije con remordimiento

-y que paso?

- no estoy segura, soy una navegante más no estudio los peces pero, tu pierna derecha está rota caiste muy duro supongo que al mar pero la izquierda tiene una mordedura no es de tiburón ví antes unas mordidas así. Los dientes que te mordieron son gigantes y no se parecen al de un tiburón pero por suerte algo amortiguó la mordida porque si hubiera llegado a morderte bien, con la longitud completa de estos dientes. Te habría arrancado la pierna.-

Pasamos a comer y me sorprendió porque el platillo que preparo era delicioso.

-quie...quien te enseño a hacer esto-

-supongo mi abuela tengo visiones de una mujer de espaldas con cabello blanco. Es lo poco o nada que recuerdo.-



Despues de la tormenta-Lucerys VelaryonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora