Aria camina tranquila hasta la cocina avanzando a pequeños saltitos. Es medio día y ya se ha aburrido de estar encerrada en su habitación. Los días se le hacen eternos, sobre todo ahora que ya ha leído todos los libros interesantes de la biblioteca y jugado con la nieve del jardín hasta cansarse.
Ahora quiere ir a la cocina. Para preparar algo de merienda o charlar con alguna de las "tiernas y cómicas" cocineras. Que terminarán por echarla con alguna frase borde como: "Este no es lugar para una Luna señorita Beiler. Comportese."
Una vez llega se sorprende de que no ver a nadie. Casi es la hora de comer y deberían estar preparando alguno de esos deliciosos platillos. Pero ni rastro de ellas.
Sin darle mucha importancia se sirve un vaso de zumo de naranja mientras tatarea esa canción melacólica que no ha dejado de rondar su mente. Tan distrída en su propio mundo que no se fija en el cuerpo con el que choca al dar media vuelta, casi tirando el zumo sobre él.
- Perdón.
Ambos se disculpan a la vez. Aria da dos pasos hacia atrás después de comprender con que pared ha dado a parar. De escuchar esa masculina voz. Tratando de recuperar el espacio personal y el aire que, por alguna razón, siempre le falta junto al lobo.
Hunk la observa de arriba a abajo. Sin prisa. Detallando sus botas llenas de restos de nieve, la ropa abrigada de color marrón y el pelo recogido en un moño medio deshecho. Se detiene más de lo debido en esas pestañas largas, en la piel palida de su cuello descubierto y en sus labios carnosos.
Esos con los que no ha dejado de soñar todas estas noches. Negarse a sus instintos le está costando caro. Ya no duerme, le cuesta concentrarse y siente unas ganas de poseerla que le vuelven loco.
Mentiría si dijese que no esperaba verla ahí, que se han chocado sin querer. Porque bajar corriendo al olerla por fin salir de su dormitorio, fue del todo intencionado.
Pero es que necesitaba verla, tenerla cerca. La conexión se lo suplicaba.
Aria se mueve incomoda por la mirada penetrante sobre ella que casi la quema. Tanto tiempo ignorandose, saltandose la hora del desayuno y corriendo por los pasillos, y todo para chocarse ahora con él en esa gigantesca cocina de relucientes encimeras de marmol, que para colmo justo ahora está desierta.
Un silencio incómodo se instaura entre los dos. Uno que la chica no puede aguantar frente aquel hombre. O habla, o tiene la sensación de que saldrá corriendo en círculos.
- ¿Qué tal la reunión de ayer?- Decide por fin Aria romper con el tortuoso silencio.
Hunk tarda unos segundos en responder. ¿Siempre ha sondo así de dulce su voz o es solo consecuencia de haber estado tanto tiempo separado de su mate?
- Bien... productiva.- Casi susurra con una voz tan profunda y grabe que envía escalofríos por todo el cuerpo a Aria.
La chica lo mira directamente a esos ojos tan azules que parecen el cielo de Uskad en una nevada.
Sin duda Aria cree que él merece ser el Alpha de estos territorios. Con esa seriedad, con esa mirada de determinación y ese porte. Siempre tan elegante, siempre preparado para cualquier cosa por su manda. Le ha visto horas y horas ahí encerrado en su despacho trabajando todos los días.
Pero la pregunta que ronda su mente es ¿Es ella una buena Luna para Uskad? Desde que habló con Maika se dió cuenta de que quizá no.
- Sobre lo que ocurrió en la fiesta...- Trata de sacar el tema el lobo al caer de nuevo su vista en esos rojos labios.
- Ignoremoslo.- Interrumpe rapidamente Aria mientras sus mejillas se tintan de rojo ante el recuerdo.
Hunk está a punto de decir que no. Que no es capaz de ignorarlo más. Que no puede olvidarlo por mucho que lo intente.
Pero la veguenza de la chica casi lo enternece. Tan apurada por cambiar de tema que no se da cuenta de la forma nerviosa en la que mueve sus manos.
- Si, será lo mejor.- Dictamina serio, frunciendo ligeramente el ceño.
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-¿Clases?
Aria asiente sonriente tratando de convencer a Edén que lo mira sorprendido. Debe aburrirse tanto en esa mansión que, cada vez que la vé, parece tener una idea más descabellada que la anterior en la mente.
- Por favor.
El puchero de la humana no le permite negarse. Es la verdadera Luna en realidad. ¿Que tiene de malo que aprenda a hacer su papel?
- Está bien. Te daré clases sobre etiqueta y un intensivo sobre las familias reales y nobles más importantes. Además de lo basico en política y economía de Uskad.
Aria sonríe de oreja a oreja y salta al rededor de Edén lanzandose a sus brazos.
Edén queda sorprendido al principio, pero se aparta muy rápido. Es una mujer con mate, y no cualquier mate. Su Alpha. Y no quiere que piense cosas que no son, como ya ha ocurrido anteriormente.
Prefiere mantener la cabeza sobre sus hombros.
- Y clases de defensa personal.- Aprovecha a pedir Aria dispuesta a darlo todo.
- No.- Se niega Edén de inmediato.
Pero ella no va a rendirse ante una negativa. Quiere hacerlo, quiere saber defenderse y luchar, no ser solo una debil humana rodeada de lobos.
- Es peligroso. Si te entreno, siendo un hombre lobo, será muy fácil que salgas herida. Que te lastime sin querer.
Está dispuesto a dar más argumentos cuando una idea cruza su mente. Una un poco complicada y retorcida pero, que si da frutos, terminará matando dos pajaros de un tiro. Su rostro se ilumina dandole esperanzas a la joven.
- Está bien, está bien.
De nuevo Aria grita entusiasmada.
- Pero no seré yo el que te enseñe lucha. Estoy muy ocupado y no quiero hacerte daño. Tengo poca paciencia.
La chica lo mira extrañada y algo asustada. ¿Quien más si no iba a hacerlo? No confia en nigún otro y tampoco conoce a nadie más a quien pedirselo. Solo pensar en entrenar con un hombre lobo que no conoce le pone de los nervios.
- Pero no te preocupes. Trengo al entrenador idoneo. Uno que nunca te haría daño.
La sonrisa lobuna que ilumina el rostro de Edén, avisa a Aria que nada bueno se avecina.
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Esperando a la Luna
WerewolfEn un mundo donde los hombres lobos reinan sobre el resto de especies, Aria no tiene mucho que opinar. Por mucho que quiera hacerlo. Por eso, cuando Hunk aparece para llenar el puesto de su Luna mientras espera su llegada, elige a Aria como remplazo...