Esperando a la Luna

CAPÍTULO 29

EXTRA EXTRA 

Y se viene un poco caliente ;)

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- Tenemos que salir ya, Hunk.- Le reprocha sin borrar su sonrisa.- Mantén las manos alejadas de mi vestido, o me lo arrugarás.

Pero el lobo no piensa hacerle caso. En escasos segundos rodea su cintura con su brazo derecho a la vez que juguetea con el escote con la otra mano, moviendo sus dedos hasta su cuello y mandando escalofríos por todo su cuerpo.

Nunca se cansará de ella. La Diosa hizo una buena elección poniéndola en su camino, literalmente.

Aria trata de resistirse aunque las ganas le superen. Su lindo vestido azul oscuro que contrasta tan bien con su piel blanquecina quedará estropeado. Al igual que el moño que le ha costado tanto tiempo hacer y que deja su espalda desnuda al aire.

Espalda a la que Hunk no se puede resistir. Queriendo contar de nuevo todos sus lunares. Aunque ya se sabe de memoria el lugar de cada uno de los treinta y seis que la adornan.

- Vamos a llegar tarde a la reunión.- Trata de hablar de nuevo la chica. Aunque su respiración se entrecorta al sentir un caliente beso sobre su clavícula.

Justo en ese lugar donde el Alpha posó sus colmillos aquella noche que para ella lo cambió todo.

- Me arrepiento de haberme dejado morder.- Se queja tratando de mantener la cordura.- Ahora me tienes a tu antojo con esa marca.

Hunk ríe contra su cuello, haciéndole cosquillas con su inicio de barba, a la vez que se abre camino por debajo de la falda. 

Es el momento en el que su mano roza la parte interior de su muslo, cuando roza la calidez y humedad de su interior, Aria lo manda todo a la mierda. Dispuesta de deshacerse del ajustado vestido por sentir su tacto por todo su cuerpo.

Se desata una lucha de poder en aquella habitación. La espalda de la peli blanca impacta con fuerza, pero sin dolor, contra la pared cuando Hunk la coge entre sus brazos. Haciendo presión, rozan sus intimidades, comenzando un balanceo imaginario que se mueren por llevar a la practica.

Se besan, con esa intensidad que los caracteriza. Como siempre hacen para terminar sus tontas peleas. Como siempre hacen para demostrarse lo que sienten.

Sus manos tiemblan contra su pecho, picando por recorrerlo. El calor sube al mismo ritmo que el deseo.

Cuando Hunk la posa sobre la cama, Aria no tarda en coger el control, subiéndose sobre sus piernas y deshaciéndose de su camisa. Del mismo modo que él aprovecha la distracción para manosear sus pechos.

- Insisto. Los invitados estarán esperando.- Susupira ella dejando un reguero de besos por el cuello del hombre. Sin querer detenerse en realidad.

- Que se entretengan con el catering.- Gruñe el lobo.

Aria no puede esperar más, rozando se piel con piel y tan húmeda que hasta duele no tenerlo dentro. En esa posición masajea su miembro un par de veces antes de que ocurra lo inevitable. 

Suspiros húmedos resuenan por la habitación. El olor de ambos se entremezcla y Hunk roba a su humana un gemido cada vez que puede, dándole todo lo que pide.

Él cielo baja a la tierra para concentrarse en esa habitación. Y la luna sonríe cuando ve el fruto de otra unión con final feliz.

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- Como siempre, elegantemente tarde.- Sonríe Edén que ha estado entreteniendo a los invitados a la espera de sus Alphas.

Aria se retoca el moño lanzando una mala mirada a su hombre que no podría importarle menos.

Sin esperar más, comienzan a bajar las escaleras y a la pequeña chica le empieza a intimidar la cantidad de gente que los observa hacerlo. Identifica a la mayoría de las reuniones de Alphas.

Se relaja un poco al sentir la mano de su pareja en su espalda baja, haciendo pequeñas caricias. Y sin esperar más comienza a saludar a la gente con una sonrisa y leve inclinación de cabeza.

- Ahora vuelvo.- Susurra Hunk en su oído.- No te preocupes por nada.

Y, ahora sola y después de saludar a la mayoría, ve como un hombre se acerca a ella con paso tranquilo y una sonrisa. El traje impecable y la actitud altiva propia de los Alphas.

- Alpha Tom.- Saluda educada ella cuando llega a su lado.- Enhorabuena por tu ascenso y de nuevo el pésame por tus perdidas.

El joven solo asiente sin perder la sonrisa, acostumbrándose a su nuevo papel en la corte. Ha adquirido el poder de toda una manada que además ha crecido desde que le asignaron nuevos territorios.

- Mis padres se fueron juntos como buenos mates. No veo un final más feliz.- Es todo lo que dice.- Mi padre creyó haber vivido suficiente cuando mi madre se falleció.

A la mujer le sorprende la normalidad y amor con el que los hombres obos hablan de la muerte. De que su pareja destinada sea toda su vida. Pero ella ahora lo comprende, puesto que no imagina una vida separada de Hunk.

- Y menuda sorpresa nos diste a todos. Resulta que la pequeña humana es una verdadera Luna.

Su comentario hace reír a Aria un poco incomoda. Si. Después de todo lo que pasó tuvieron que aclarar muchas cosas al consejo y, aunque Hunk le dijo que tenía todo el tiempo del mundo para tomar su papel de Luna, quedó claro que ella es la Luna a la que tanto estaban esperando.

- El Alpha Hunk tiene suerte.- Le guiña un ojo el hombre frente a ella haciéndola reír.

De repente el sonido de un micrófono resuena por toda la habitación, haciendo a todos girar hacia la pequeña tarima en medio del salón. En ella un Alpha de pelo negro y ojos azules no pierde de vista a su dulce humana.

- Alpha Tom, los guiños lejos de mi mate.- Gruñe en broma pero como clara advertencia.

Él público ríe y Aria se sonroja al instante por la actitud territorial de su lobo. Aunque no va a mentir, le gusta su forma celosa y protectora de cuidarla.

- Bueno.- Hace callar a todos Hunk.- Vamos a comenzar con la fiesta de presentación de mi única y verdadera Luna. La Luna Aria de Uskad.

Sus ojos conectan de nuevo a pesar de la distancia y el resto del mundo a su alrededor desaparece. Porque aunque todos aplauden a Aria, ella solo tiene ojos para él. Del mismo modo que él solo para ella.

Su Luna. Su Alpha.