Hunk observa el congelado bosque por la ventana mientras un nudo de sentimientos se apoderan de su pecho. El sol ya se ha ido y espera impaciente el regreso de Aria que lo tiene demasiado preocupado.
Por otro lado aún sostiene la arrugada carta en su mano. Una cita.
Le prometió que no lo haría, que dejaría de buscar a su mate para emparejarlo. Pero parece que el deshacerse de su unión le ha valido más y enseguida a buscado a esa Alexa Snyder para que sea la Luna de Uskad.
Esa pequeña humana es su única Luna y siempre lo será.
Y que quiera rechazar su puesto para volver a Ewhana le hace hervir la sangre. A pesar de que sería lo más justo y que él mismo cree que ese debería ser su destino.
Enfadado mira la luna que brilla como cada noche, como ajena a todo este lío de mortales que ocurre bajo su luz.
Un dulce olor consigue llamar su atención y sacarlo de su ensoñación. Lo reconocería en cualquier lado, puesto que se ha vuelto como una droga para él de la que no puede desengancharse.
Como una bala sale de su despacho y sigue el aroma hasta la entrada, donde una preocupada Aria respira con dificultad por la carrera, con el sudor corriendo por su frente y un tirón en la pierna del que no se había percatado hasta detenerse por fin.
La chica observa de arriba a abajo al enfadado Alpha pero no tiene tiempo para eso. Si no que necesita contarle con urgencia lo ocurrido y que detengan a esos psicópatas.
- Hunk...- Trata de hablar la chica sin aliento.- Ha ocurrido... Alexa.
- Alexa Snyder.- El nombre rebota con odio por todas las paredes en forma de rugido grave.
Tan enfadado está que a penas recae en la sangre que gotea por su frente manchando su blanco pelo.
- No has podido resistirte. ¡Te dije que dejases de buscarla!
- No es lo que piensas.- Se defiende ella enseguida, comprendiendo el por que de su enfado cuando ve el sobre en su puño cerrado.
- Claro que lo es.- Gruñe el lobo acercándose otro paso a su Luna.- Te haces la ofendida por lo que oíste en aquella reunión pero eres tú la que tratas de deshacerte de mi a toda costa.
Aria niega horrorizada con la cabeza. Tratando de hacer entrar en razón al hombre que se niega a escucharla. La ira invade de nuevo a los dos. Ese conocido sentimiento que les llevará a discutir de nuevo.
Alertado por los gritos en el recibidor Edén baja las escaleras de dos en dos solo para encontrarse con la escena de su Alpha y su Luna riñendo a escasos centímetros el uno del otro.
- Lo único que haces es buscar una excusa para tener algo contra mí. Porque no quieres admitir que tengo todo el derecho a estar enfadada contigo.- Grita la mujer contra Hunk.
A él le sienta como una puñalada, sabiendo que tal vez está en lo cierto. Pero su orgullo puede más, como siempre, y no piensa admitirlo.
- Vengo a advertirte. Paul y Alexa... Ellos tienen un plan.- Trata de explicarse la chica con prisa.
- No me digas.- Responde irónico.
- ¡Van a matarte Hunk! ¿¡Es que no piensas creerme!?
Incrédula Aria busca el apoyo de su amigo, pero Edén rehúye su mirada sabiendo que no puede hacer nada en contra del Alpha por mucho que le duela faltar a su Luna.
Las lagrimas de impotencia se agolpen en los ojos marrones de la joven sin salir. Mirando directamente al Alpha que, a pesar de que parece flaquear unos segundos, se mantiene tajante.
- ¿Sabes cuantos quieren matarme? Estoy seguro hasta de que tu quieres hacerlo. ¿No es así Aria?
Una lagrima rueda por su mejilla hasta su barbilla, cayendo sobre el suelo como única muestra del dolor que le causan sus palabras.
Una lagrima que marca un final. No hay confianza, no hay comunicación, no hay entrega, ni amor. Entre ellos no ha habido, no hay y no habrá jamás nada.
Se rinde. ¿Qué debería importarle Uskad y su egoísta Alpha? ¿Qué debería importarle la muerte de alguien tan orgulloso e hiriente? Y sin embargo le importa.
Le duele como es capáz de hacerle daño una y otra vez y seguir ahí. Fingiendo que todo está bien. Que es normal.
Dando media vuelta con prisa sale de nuevo corriendo por la puerta porque, aunque comprende que nadie allí va a poyarla, no piensa rendirse.
Hará un último esfuerzo. Un último sacrificio por Uskad y por ese hombre al que cree amar.
Uno más antes de marcharse, y renunciar a todo eso, que nunca pudo ser, para siempre.
Si ni Hunk ni Edén quiere darle su apoyo, buscará el de otro que una vez se lo ofreció.
------------------------------
Sin mucha paciencia Aria espera en el pasillo de aquella casa de paredes color tierra y tapicería roja.
Si antes se moría de frío, ahora el abrigo le sobra. Ya acostumbrada al frío de Uskad, Ewhana le parece demasiado cálido.
Hace meses que no pisa su propio país y le da pena que lo haga solo por el estúpido de Hunk.
Por suerte esta vez marchó en coche de aquella mansión y ahora espera pacientemente a que el Alpha Dhaakir le reciba. Él es su única esperanza.
Desde el inicio ese lobo le ha ofrecido su apoyo y está segura de que comprenderá la urgencia de la situación, a pesar de que no se lleve muy bien con el Alpha Hunk.
- Luna Aria.
En seguida la joven se levanta de la silla donde espera al oír la voz que la invita a pasar al despacho.
La tez morena del Alha Dhaakir le recuerda a la de restos de habitantes de Ewhana. Igual a la de su padre que trabaja bajo el castigador sol.
- ¿Que te trae hasta aquí?- Sonríe.- ¿Eso es sangre?
En seguida el hombre se levanta y la examina. Aria roza la herida de su frente como si la notase por primera vez el daño.
Pero no tiene tiempo que perder. De todas formas le duele más la desconfianza del que es su Alpha que cualquier herida.
- Debes... Debes ayudarme. Uskad está en peligro. Ella... Él quería...
- Relajate Aria.
El lobo se acerca a ella y posando una mano en su hombro, sobre su sedoso pelo, trata de tranquilizarla. Ni siquiera es capáz de comprender lo que dice.
- Coge aire y habla despacio para que pueda entenderte.- Aria obedece.- Cuentame y lo vamos a solucionar.
Aria lo mira directamente con los ojos aún vidríosos y el corazón latiendo fuerte contra su pecho. Se repite que es lo mejor. Lo que debe hacer por su manada.
- El Alpha Snyder y su hermana trataron de matar a Hunk. Es por el proyecto de los pueblos agrarios que quiere montar Uskad. ¡Quieren asesinarlo! Para quedarse con la manada.
La humana habla rápido pero esta vez si que la entiende. Una sonrisa lobuna ilumina su rostro mientras sigue acariciando su cabello.
- Pero Hunk no quiere hacer nada. No me cree. ¡Tienes que ayudarme! Por favor.- Con pesar baja la mirada suspirando.- No tengo nadie más a quien acudir.
Las cosas no debían salir así. Le da lástima, de verdad, que le pobre mujer se haya visto involucrada en toda esta trama.
Pero el plan debe continuar. Aunque haya que sacrificar a una que alguna vez fue de los suyos.
- Oh, tierna Aria. Te equivocaste de persona en la que confiar.
ESTÁS LEYENDO
Esperando a la Luna
WerewolfEn un mundo donde los hombres lobos reinan sobre el resto de especies, Aria no tiene mucho que opinar. Por mucho que quiera hacerlo. Por eso, cuando Hunk aparece para llenar el puesto de su Luna mientras espera su llegada, elige a Aria como remplazo...