Capítulo 17

1.9K 142 232
                                    

-¿Estás bien?- pregunté al notarla temblar más que yo, algo que me esperaba -¿Hanabi?- la abracé fuerte para que se tranquilizara.

No se movía, así que solo la acaricié hasta que pudiera reaccionar, apoyándome en ella y dándole el calor que podía hasta que dejara de estar entumecida.

-Quiero ir a casa- avisó con una débil voz.

-Te llevo- le dejé un beso en el hombro antes de levantar la cabeza y salir de debajo del escritorio -dame la mano, te ayudo, vamos.

Los pasillos estaban llenos de estudiantes tranquilizándose, y en estos casos la mayoría aprovechaba para irse a casa aunque el temblor hubiera sido pequeño, como el de hoy.

-¿Quieres acompañarme a por la mochila o te quedas aquí?- su respuesta fue agarrarme fuerte de la mano, pero estaba tan mal que no quería que se moviera mucho más -voy a llamar a Peyan.

No tardó mucho en aparecer con su mochila.

-Gracias- la cogí.

-¿Necesitas algo?- le preguntó preocupado, pero negó y nos giramos para irnos.

-Creo que hay reunión.

-No voy a ir- respondí sin darme la vuelta.

Su casa estaba vacía, dejé las cosas en el salón y la acompañé hasta su cuarto, donde le destapé la cama para que pudiera meterse, pero no lo hacía.

-Deberías descansar.

-Ha sido pequeño- se abrazaba así misma -soy una exagerada.

Me acerqué y se secó una lagrima que le caía por la mejilla.

-Exagerado es lo mucho que te quiero- con los pulgares le limpié las lágrimas que le seguían cayendo.

-Seguro- aseguró con sarcasmo.

-Ya hablaremos de eso.

-Hablémoslo ahora.

-No, metete en la cama- no me estaba haciendo caso -métete en la cama- fruncí el ceño, al igual que ella cuando le señalé el colchón.

Escuchamos la puerta de la entrada y bajó para abrazar a su abuela.

-¿Cómo estás mi niña?- se le notaba preocupada.

-Estoy bien- susurró, Termi esperaba paciente su turno apoyado en una de sus piernas.

-¿Tú estás bien hijo?

-- al sentir que no me quedaba nada por hacer decidí despedirme -descansa.

El temblor no había ocasionado ningún destrozo, fue bastante leve en comparación a otros. Pero sigue siendo una pesadilla que Hanabi no ha podido superar y hay que estar pendiente a ella, porque tal como había pasado, se paralizó. Y en caso de catástrofe grave sería peligroso que no reaccionara a tiempo, por eso no dudé en ponerla a salvo.

-¿El otro día no tenías otro fondo de pantalla?

Cerré el teléfono y lo guardé en el bolsillo.

-Solo era una pregunta.

-Todas tus preguntas van con otro sentido Hakkai- suspiré agotado mirándola conversar con Chifuyu -Yuzuha, ¿por qué la has invitado?

-Desde que nos conocemos has querido presentársela a todo el mundo, así que vi la oportunidad y la aproveché.

-Si no lo hacía era por algo- a veces parecía idiota defendiendo mis dudosas decisiones.

TRAS EL TELÓN - MITSUYADonde viven las historias. Descúbrelo ahora