¿Qué pasaría si la mejor amiga de Mitsuya tuviera que lidiar con las nuevas integrantes de la ToMan?
En una historia donde todo es predecible, nada es lo que parece.
Hanabi corría de un lado para otro con el equipo que le había otorgado Mitsuya para los preparativos.
-Quiero que le envíes un mensaje a todos los modelos incluyendo los que están aquí ensayando, lo quiero todo por escrito- dejó el abrigo y el bolso en una silla -que confirmen asistencia- sacó el móvil para mirar la hora -quien no responda no viene, le buscas un sustituto y lo eliminas de la lista para que no lo dejen pasar.
La chica salió corriendo a buscar las fichas con los datos personales y de contacto.
-¿La lista de los invitados?
Un chico sacó una carpeta que había dentro de otra y se la entregó.
-El organizador viene con retraso- comentó una chica.
El equipo organizativo se conformaba de ocho organizadores, siete de ellos ya estaban en sus puestos de trabajo, y el que faltaba era el que tenía que estar en la pasarela con ella.
-No importa- fue a la última hoja para saber el número total de asistentes -vais a ir por zonas contando todas las sillas- se acercó al chico que le había dado la lista -y quiero la lista que dice dónde va sentado cada uno.
El joven también corrió para buscar los planos y las listas de las ubicaciones.
-¿Quiere un café?
-Quiero las tarjetas con los nombres, cuanto antes terminemos antes nos vamos ¿vale chicos?- asintieron -pues a trabajar.
Cuando se fueron a sus puestos le pidió a una chica una última cosa.
-Pedí unas invitaciones para dar en mano ¿sabes dónde están?
-Las busco.
-Gracias- sonrió agradecida.
-Hanabi- se giró al escuchar la voz de Mitsuya, y cuando se acercó se besaron -os presento- señaló a un enorme hombre que había a su lado -va a ser tu guardaespaldas mañana.
-¿Mi qué?
Se arrimó para hablarle al oído.
-No quiero que estés sola- apoyó la mano en su espalda baja -no quiero que los periodistas te atosiguen, pueden ser un agobio.
-¿Me vas a explicar a mí lo insistentes que son?
-No quiero que te pillen sola, por favor.
La pelirroja sonrió y le estrechó la mano al hombre.
-Encantada.
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