A mitad de la noche Mitsuya se fue al otro cuarto para que no nos pillaran juntos. Y cuando desperté las niñas estaban conmigo, todos habíamos dormido en su cama menos el dueño.
Me levanté cansada, pero conseguí ponerme en pie con el peor cuerpo que me pudo haber dado el universo. Aunque claro... llevo una racha de buenos golpes encima.
-¿Sabes algo de Cinco?
Esa voz preocupada era de mi novio. Ay mi novio, suena tan bien.
Bajé las escaleras sigilosamente para escuchar más.
-¿Tan mal?
Se dio la vuelta cuando se me cayó el paragüero, lo saludé como si acabara de llegar y se acercó a darme un beso en la frente con Termi persiguiéndolo.
-¿Entonces no contamos con ella? ¿Nos quedamos con cuatro?- me hizo señas para que desayunara, pero la conversación estaba interesante -hablamos más tarde, tengo visita.
-Perdón.
-No es verdad, querías enterarte.
Sonreí avergonzada porque era verdad, me acurrucó entre sus brazos y volvió a besarme.
-¿Cómo estás?
-Descansada, ¿y tú?- respondí inocentemente mientras una sonrisa pervertida se asomaba en su rostro -Mitsuya- fruncí el ceño.
-Vamos a desayunar tranquilamente antes de que las niñas se despierten- me agarró de la mano y me llevó a la cocina, donde ya me había preparado un té.
-¿Por qué siempre sabes cuándo me voy a despertar? ¿Me espías?
-Tengo una cámara en mi habitación.
Se me borró la sonrisa.
-¿Te lo has creído?
Resoplé y cogí la taza -no.
-En un rato va a venir Taiju.
-¿Habéis quedado?
-No, es cosa de última hora- se pasó la mano por la cara -tiene una consulta urgente que al parecer solo puede hacer en persona.
-No se te ve con ganas de querer socializar.
-Me acabo de despertar, claro que no tengo ganas de hablar con nadie.
-Bueno- me levanté llevándome una tostada a la boca -me voy a duchar antes de que tus hermanas se despierten.
-¿Crees que necesito ayuda para cuidarlas?
Me detuve a mitad de camino para darme la vuelta -no, pero seguro que prefieres ayuda- le guiñé el ojo.
Mientras terminaba de ducharme escuché varios gritos, algo me decía que las niñas se habían despertado y me aclaré rápidamente el pelo para salir. No quería que Mitsuya tuviera que estar con ellas cuando viniera Taiju, podrían hablar de cualquier cosa, y Mana recién levantada es como un bebé.
Me enredé la toalla en el cuerpo y miré en el cuarto, pero no estaban en la cama, así que bajé a buscarlas y al entrar al comedor Taiju ya estaba en casa. Me miró extrañado y apreté el agarre del nudo para que no se me cayera, Mitsuya simplemente existía, sentado con Mana en su regazo.
-Buenos días- saludé con dignidad.
El alto miró a mi ahora novio y me saludó devuelta.
-Buenos parecen.
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TRAS EL TELÓN - MITSUYA
Fanfiction¿Qué pasaría si la mejor amiga de Mitsuya tuviera que lidiar con las nuevas integrantes de la ToMan? En una historia donde todo es predecible, nada es lo que parece.