Capítulo 52, extra

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< APLAUSOS >

-Y dinos, ¿cómo es tener a uno de los hombres más deseados del país a tus pies?

La pecosa sonrió tímida.

-Yo no diría que está a mis pies pero está bien tener artículos exclusivos y no tener que preocuparme por cómo me quedará la ropa- el público rio -mi modisto personal- juntó las piernas para sentarse mejor -tener un diseñador que sepa cómo sacarte provecho es de las mayores comodidades que puede tener alguien.

-Sobre todo para alguien como tú- miró a los espectadores -para quienes no lo sepáis, es la redactora del canal de noticias más televisivo.

-Y ahora escritora.

-Y ahora escritora- miró sus apuntes -ha empezado la cuenta atrás para que salga a la venta lo que sería su primer libro y todo apunta a un gran éxito.

Mientras Hanabi se acicalaba avergonzada el pelo el plató la vitoreaba.

-Hanabi no sé si me contestarías pero ¿crees que esta aclamación se debe a Mitsuya?

-No voy a ser pretenciosa, sé que si no fuera de la mano de alguien conocido mi nombre no le sonaría a nadie.

-Bueno pero tienes un buen puesto de trabajo.

-Pero eso da igual, nadie se detiene a leer los nombres de los trabajadores, a la gente le da igual quiénes hacen que un programa salga adelante, no van a leer eso, no van a perder tiempo.

-¿Y no preferías ser redactora de revistas de moda?

-Realmente no, sería una vida muy monótona, además yo no sé mucho sobre eso y el favoritismo sería evidente.

-Pero según nos han contado tú eras su ayudante en el instituto ¿no teníais un club de fans?

Se acomodó la falda -él, él tenía un club de fans, yo solo era su mejor amiga y al final nos acabaron juntando porque decían que hacíamos una buena pareja.

-Y al final acertaron.

-Acertaron, parece que los únicos que no nos enterábamos éramos nosotros.

-¿Te parecería violento explicarnos algo sobre eso?

-En absoluto- los elogios volvieron a sonar -nos conocimos de niños y se conoce que con el tiempo hubo atracción mutua pero ninguno daba el paso, teníamos miedo de estropear la amistad, y cuando por fin comenzamos hubo algunos momentos que alteraron la armonía de la relación pero conseguimos salir adelante, siempre hicimos buen equipo.

-¿Qué pasó? Acababais de empezar.

-Bueno...- intentó encontrar las palabras más adecuadas -mi primo y él chocaron.

El entrevistador se alarmó -¿no se caían bien?

-De hecho eran del mismo grupo de amigos, pero ninguno sabía de mi presencia en la vida del otro- en el estudio todos se quedaron callados -me lo monté muy mal- el periodista hizo amago de hablar pero Hanabi lo cortó pidiéndole una pausa con la mano -y antes de que preguntes lo voy a contar. Mis padres hacía relativamente poco que habían fallecido y yo todavía estaba madurando.

Algunos sorprendidos se hacían escuchar entre las gradas con un "oh" triste, Hanabi los miró y con una sonrisa y las manos en alto anunció orgullosa que ya lo había superado y la volvieron a aplaudir.

-Al enterarme de su estrecho vínculo me pareció que era la chica con más suerte del mundo, pero cuando llegó el momento de contarlo un sentimiento de rechazo me frenó, todavía estaba asimilando mi nueva vida y mi primo era muy nervioso por aquel entonces, nunca sabías por donde iba a tirar y siempre estaba metiéndose en peleas. Así que al principio dije "bah, no hay prisa, ya lo contaré" pero luego me iban preguntando por mi vida como "qué vas a hacer mañana?" y si había quedado con el otro tenía que hacer como que no se conocían y cosas que no tenía previstas- exhaló profundamente -se me fue de las manos, cada vez se hacía más bola y empecé a preguntarme cómo iba a explicarlo, algo que me desequilibraba en cierto modo porque por haberlos engañado podrían haberme dejado de lado que era lo que me merecía, tenía miedo al abandono, yo ya me sentía bastante sola y pensar en no volver a ver a Takashi me entristecía más de lo que me gustaría admitir porque él era mi día a día, siempre se portó bien conmigo.

TRAS EL TELÓN - MITSUYADonde viven las historias. Descúbrelo ahora