CAPÍTULO 4: "La pieza del rompecabezas perdido"

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Estuvimos un rato hablando y riendo, Lo'ak y Spider eran un par de niños en todo su esplendor, jugaban a perseguirse, saltaban por todos lados y obtenían una mirada divertida pero acusadora de Neteyam.

—No les hagas caso, ya en sí son idiotas— se rió Kiri.

—¡Chicos!— volvió Norm— Lo lamento pero me tomará más tiempo del pensado, si quieren pueden volver mañana. Vayan a dar una vuelta, seguro a _____ le fascinará el bosque, más de noche.

Nos despedimos y caminamos los cinco hacia el bosque, había tantas plantas de diferentes clases y colores. Kiri me explicó que no eran venenosas porque tengan colores llamativos, en esta tierra había variedad de ellas.

Caminamos tanto que en un momento ya no daba más.

—Esperenme— dije mientras tomaba aire y me apoyaba en mis rodillas.

—¿Estas bien? —dijo Spider.

—Parece que hubieras corrido un maratón —se rió Lo'ak.

—Cierra la boca idiota ¿No ves que no está a acostumbrada? —le retó Kiri.

—¿Puedes seguir? Todavía hay mucho que caminar —me preguntó Neteyam.

—Pasé toda mi vida sentada en un escritorio estudiando, solo hacía ejercicio una hora a la semana por el colegio. —dije intentando tomar aire— no me pidas milagros.

—Por la Gran Madre, eso suena fatal —dijo Kiri.

—No, no era malo. —me senté en una raíz de un árbol— Estudiaba la carrera que elegí.

—Nuestro padre nos contó sobre eso ¿No bro? —dijo Lo'ak a Neteyam— estudian muchos años para trabajar.

—Los cientificos me contaron sobre eso— dijo Spider— es raro.

—Necesito descansar ante que me de algo.

Neteyam dudo si avanzar a mi o no, pero finalmente lo hizo, se agachó en frente mío dándome la espalda.

—¿Qué estás haciendo? —dije.

—Sube, tenemos mucho que avanzar antes de ir a la Aldea. —abrí los ojos por su propuesta y escuché las risas de los demás.

—¡Claro que no! No me voy a subir a tu espalda.

—Entonces te voy a llevar como lo hice hace rato.

—¿Qué pasó hace rato? —dijo Kiri de forma juguetona para molestarnos mientras los demás se reían.

—Lo que pasó es que sigue siendo igual de lenta y le teme a caerse cuando está muy alto— dijo Neteyam y me sentí mal.

Tenía razón, no estaba acostumbrada a caminar tanto ni a correr, ellos eran mucho más altos que yo y hasta Spider estaba acostumbrado a seguirles el ritmo. Yo solo los atraso.

—Bueno está bien —dije rindiéndome y me subí a su espalda.

La poca ropa me hacía las cosas más difíciles, lo abracé por el cuello y sentí lo tenso que estaba. Sus manos tomaron mis muslos a ambos lados de su cadera y envió cosquilleos a mi estómago.
Cuando se paró de un golpe tuve que apoyar mis pechos a su espalda y lo sentí vibrar un segundo.

—Pero qué... —susurré para mi misma.

—Ya vamonos —dijo Spider avanzando.

Neteyam caminó normal como si no me estuviera sosteniendo, pero sentía sus dedos apretar mis muslos, cosa que me ponía muy nerviosa.

—Perdón si peso, apenas te canses un poco me bajo. Puedo seguir caminando. —dije en voz baja, lo suficiente para que sólo él escuchara.

Se giró un poco para mirarme con el ceño fruncido, no sé si fue intencional o si no se dio cuenta pero cuando hacía eso su rostro estaba a unos centímetros del mío y me tocaba alejarme un poco.

Líneas paralelas (Neteyam y tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora