CAPÍTULO 26: "Corre"

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Mo'at nos despidió antes de subir a los Ikranes, ella había propuesto que yo debía tener uno pero pasé mucho tiempo sin entrenar o algo así, puede que eso no salga tan bien.

-¿No crees que deberías pensar lo de tener tu ikran? -dijo Neteyam mientras me subía con él.

-Me extrañarías en los viajes, amas tenerme contigo -reímos.

-No voy a discutir eso -siguió mi juego.

-¡Vámonos! -ordenó Jake a lo que todos tomaron vuelo, dejando muy lejos el pueblo Omatikaya.

El viaje era muy cansador y todavía había varias preguntas que tenía que hacerle a Neteyam, pero no encontraba el momento.

Éramos los últimos a unos metros de distancia de los demás.

Parecía algo perdido en sus pensamientos, a veces se lo veía nostálgico, otras enojado, era una montaña rusa de emociones. Quiero preguntarle pero tengo miedo de tocar un tema delicado sin que esté listo.

Desde que volví hay varias actitudes nuevas en él, expresiones que antes no tenía y estoy segura que es por lo que pasamos.

En realidad lo que pasó él.

No me imagino estar en su situación... ahora solo quiero ayudarlo a sanar, pero a su propio ritmo.

-Nunca lo encontré- soltó.

-¿Cómo?

-Al maldito que te mató...nunca lo encontré.

Hablaba del Quaritch.

Por un segundo se me paró el corazón.

-¿Lo buscabas?

Al recordar a ese hombre la voz se me entrecortaba.

-Día y noche

-Neteyam no...

Mis palabras fueron cortadas cuando escuchamos disparos hacia nosotros. Por instinto me intenté agachar y él me protegió tapándome, el ikran se comenzó a alborotar y yo tenía el corazón en la boca.

-¡Separense! -gritó Jake y todos se dispersaron hacia direcciones opuestas para no darles un blanco fácil a los atacantes.

Todo estaba pasando muy rápido.

Los disparos no cesaban y trataba de sujetarme fuerte del ikran porque Neteyam daba muchos giros y yo solo sentía mi estómago dar vueltas.

Una nave parecía perseguirnos, solo se escuchaba los disparos.

Algo en mi interior dio un vuelco, parecía que mi corazón dejó de palpitar.

Era peor que una montaña rusa, sin cinturones y más vueltas.

-¡Hay que saltar! -gritó Neteyam en mi oído porque era difícil escucharnos con el ruido de las balas.

-¡¿Qué?! -miraba para abajo y solo había árboles, no había dónde caer.

Eso iba a doler mucho si es que no moriríamos, nos podríamos romper algo al caer de esta altura, pero Neteyam sonaba muy convencido.

-¡Juntos! ¡Tres! - liberó al ikran del vínculo- ¡DOS!

-¡¡NETEYAM ESPERA YO-

-¡UNO! -saltó llevándome con él.

-NO SE CAER!!

Fue lo último que dije porque con la fuerza del viento nos soltamos... voy a morir.

La presión del viento en mi piel era tanta que parecía lastimar.

Líneas paralelas (Neteyam y tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora