CAPÍTULO 25: "Eternidad"

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Eternidad...

Quizás no era tan larga como parecía ser, para nosotros que el tiempo se nos escapa de las manos.

Cuando decimos "nuestra eternidad" la limitamos a nuestra vida, sin saber qué tiempo es el que abarca.

¿Será poco? ¿Será mucho? ¿50 años? ¿20? ¿5? ¿Un mes? ¿Una semana? ¿Un día?

En un segundo mi vida fue arrancada y mi eternidad cortada, pero ahora que tenía de nuevo esta oportunidad ¿Cuánto me duraría?

Una eternidad es muy corta cuando despiertas a lado de lo que más amas en el mundo.

Para ver su rostro en paz, sus labios entreabiertos y su pecho subir y bajar suavemente... la eternidad no bastaba.

Despertar que su lado, debajo de lo que creo que son hojas del árbol de las almas, los rayos del sol pegándole suavemente en el rostro, me hubiera gustado más si no tendría el cuerpo lleno de dolor.

Puede que no le pueda entregar la eternidad del mundo, pero sí le puedo dar algo... mi eternidad.

Lo que me quede de vida, sea mucha o poca se la quiero entregar a él. Él me hace feliz, si él me lo permite quiero compartir mi eternidad con Neteyam.

Nunca había pensado en esto, pero con él, en sus brazos o a su lado, la vida se hacía hermosa. Se volvía simple y sin preocupaciones.

Me acomodé a su lado y alcé mi mano para dibujar con mis dedos cada línea en su piel. Era como la pintura más hermosa que había visto en mi vida.

Las manchitas blancas en su rostro eran como las estrellas, tenía una constelación en la piel y brillaba más que todas las del universo. Ayer en la oscuridad y en la luz del árbol sagrado pude ver cómo brillaban. Estaban llenas de magia... él estaba lleno de magia.

La magia que Eywa había puesto en este mundo o en todos los que habría.

La Gran Madre me había permitido quedarme a su lado, pero ¿Había algún precio o alguna razón? ¿Había pagado en precio con mi vida de la Tierra?

Dio un suspiro cuando mis dedos rozaron con su cuello.

Tenía tantas dudas y pocas respuestas, Mo'at decía que el destino existía y todo lo que debe pasar pasa. La profecía sí se cumplió en cierto modo... llegué a este mundo, nos enamoramos, él debía morir, pero yo me entregué... ese día alguien debía morir para mantener cierto equilibrio.

-Deja de mirarme así.

Alcé la vista, encontrándome con sus ojos que se mostraban serios.

-¿Así cómo?

-Con pena, me miras con tristeza, como si fuera frágil. -reí, pero él no.

-No lo hago.

-Sí lo haces... desde que llegaste te preocupan muchas cosas y creo que encabezo esa lista.

-Me preocupas, me preocupan muchas cosas eso es verdad, pero no te miro como si fueras frágil... lo hago por todo lo que te hice pasar -hablar en voz alta todo lo que pensaba me hacía pensar en más y hacerlo con él me traía paz.

-No digas eso... eres el mejor regalo que Eywa me dio, si tendría que pasar por lo mismo mil veces más para tenerte de nuevo... no lo dudaría.

-Perdón.

-¿Por qué? ¿Por salvarme la vida o hacer que me enamore de ti?

Nos reímos, un día todos los recuerdos difíciles van a ser el pasado que superamos, vamos a recordarlos con una sonrisa.

Líneas paralelas (Neteyam y tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora