LA ISLA- PEDRI GONZÁLEZ

Capítulo 15

PEDRI

–Alma... ¿Qué acabamos de hacer?–Susurré aún un poco agitado.

No me esperaba para nada que Alma se abalanzase sobre mi y me besara, al fin y al cabo ella fue la que vino a dejar claro esta mañana que no podíamos pasar la línea de la amistad, y ahora venía y me besaba.

Que sí, que si ella no me hubiese besado probablemente lo habría hecho yo igualmente porque me mataban las ganas de besarla mientras le sujetaba de las caderas y le mordía el labio inferior, sí, lo admito, pero eso no quita que me sorprendiese su arrebato.

–Pedri... yo... lo siento... no sé qué me ha pasado...–Se separó un poco de mi mientras desenroscaba sus piernas de mis caderas y se pasaba las manos por el pelo.

Vi en su rostro la vergüenza y la preocupación y me apresuré a intentar calmarla.

–Alma, tranquila, no pasa nada–Dije mientras le apartaba con cuidado las manos de su rostro para poder mirarla a los ojos.

–Sí que pasa Pedri, no podíamos besarnos, habíamos dicho que nos llevaríamos bien, que seríamos amigos y los amigos no se besan.–Dijo un poco ansiosa.

–Lo sé Alma, pero ya está hecho, no pasa nada.–Dije tranquilo.

–¿Y tú cómo estás tan tranquilo?.–Preguntó poniendo los brazos en jarra nuevamente.

–¿Te digo la verdad?.

–Sí.

–Porque si tú no me hubieras besado, probablemente lo hubiese hecho yo un segundo después Alma.–Admití tranquilo.

Alma abrió los ojos sorprendida y nos quedamos en silencio por unos segundos.

–Pedri...–Dijo a modo de reproche.

–Ya lo sé, pero es la verdad.

–Por favor no le digamos a nadie que ha pasado esto.–Me pidió.

Entendía que por ''Nadie'' se refería a Fer, entiendo que le de miedo o quizás vergüenza que él lo sepa.

–Tranquila, no diré nada.–Admití, aunque ella no sabía que no lo habría hecho igualmente porque con este beso había roto la promesa que le había hecho a mi hermano, prefería evitar contarle ese pequeño detalle.

Vi que Alma se relajaba un poco y también que un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, era momento de salir del agua.

–Alma, deberíamos salir del agua.

–Sí, deberíamos...

Pero ninguno se movió ni un milímetro de su posición.

–Oye Pedri...

–Dime.

–Esto... sabes que esto... no podemos volver a repetirlo.

No puedo especificar el sentimiento que me afloró cuando escuché que Alma pronunciaba aquellas palabras, podría decir que ¿Desilusión?, ¿Tristeza quizá?. Entendía que no quisiera que aquello pasase nuevamente, pero yo solo quería repetirlo una y otra vez hasta que se me desgastasen los labios.