SOLO 16. | s.m

3.

Aunque al principio creí que sería bueno dejar de tener pechos pequeños, fue una total mala idea, pues si los tocaba al menos un poquito brusco me dolían. Y yo no estaba acostumbrada a eso, incluso, cada mañana despertaba con unas terribles nauseas y un dolor en las piernas como si acabara de correr un maratón completo tres veces. Shawn trataba de entenderme, pero el estaba terco que lo que me hacía falta era dejar de estar encerrada, así que me llevo al centro comercial. Miramos unas cuantas tiendas de ropa para bebé, gracias a Dios, Shawn parecía más grande que sus 16 años y bueno, yo no podía quejarme. Menos con este par (que ahora) tanto me molestaba. Me gustaba la forma en que se veían tan tiernos todos los trajecitos, pero yo me inclinaba más a la ropa de niño y Shawn a la de niña, el parecía estar en una tienda de Legos, pero obviamente era mejor estar en un tienda de Legos, pues son más geniales y....

- Aylin -Dijo de pronto, mostrándome un vestidito de bolitas-. Es un lindo nombre, ¿no?

- Me gusta -Lo admití, pero aun no estaba tan segura y era muy pronto para elegir un nombre, aunque solo le seguí el juego, le mostré unos short's pequeños de mezclilla que eran de niño- Anthony.

- No me gusta -Dijo arrugando la nariz, dejando el vestido en su lugar. Lo empuje suavemente, mostrando le mi primera sonrisa.

- Yo se que si.

- Es lindo, pero... No me imagino siendo padre de un niño. Las niñas son más flexibles, quiero decir, son más fáciles de educar, ¿no?

- No lo sé, mírame a mi, creo que no fui muy bien educada -Bromee señalando mi vientre, a Shawn no le pareció gracioso mi chiste, pero a la señora que estaba a mi lado si.

- Déjenme adivinar...-Comenzó a decir, hacía nosotros- ¿Padres primerizos?

- Si -Contestamos al unisono, ella sonriendo muy alegre nos miro.

- Parecen muy jóvenes ¿Cuanto años tienen?

- Diecise...-Dijo Shawn, pero yo rápidamente le corte.

- Dieciocho.

- ¡Oh! ¡Diran que soy una entrometida! Pero me alegro por ustedes... Muchas felicidades - Y se alejo. Shawn siguió mirando la ropa y se giro a mi de manera como si me reprochara algo.

- Que mentirosa eres, Arabella.

- Oye, no voy a ir por ahí diciéndole a desconocidos que voy a ser madre adolescente. Es vergonzoso.

El pareció ofendido.

- Para mi no es vergonzoso. Es lo mejor que me ha pasado.

Tomo un rumbo diferente, caminando hacía los biberones, chupones, etc. Se me encogió el corazón ante sus palabras. ¿Por qué no podía ser como él? Si, si quería a la cosita que crecía en mi, pero es que era tan difícil aceptar que en vez de estar buscando ropa para bebé tenía que buscar un vestido de graduación. Pero ahora esta era mi vida y tenía que acostumbrarme. Me acerque a Shawn, rodeando su fuerte brazo con los míos.

- Perdón, pero es que es tan difícil...

- Lo sé, Bella. Pero debes de entender que si ya sucedió, ya sucedió. Yo soy feliz aunque haya sido un "error" ¿tu no eres feliz?

Me quede en silencio mirando sus castaños ojos.

- Pues claro que lo soy -Dije aun no muy convencida, pero su sonrisa me hizo sentir que si lo estaba-. Voy a tener un hijo del chico que amo, no sé que más... Puedo pedir.

- A veces, Arabella. Creo que deberías ser actriz -Dijo con un buen humor, agachándose un poco para dejar un beso en la comisura de mis labios. Sonreí, separándome de él con lentitud. Sin duda alguna, era el hombre más maravilloso del mundo, después de mi padre.

Me llevo a la ropa de maternidad casi arrastras, no quería ver mi futuro cuerpo. Pero fue imposible no enamorarme de unos pantalones de chándal super bonitos, que más tarde Shawn compro junto con un vestido azul cielo mientras decía que me vería preciosa con él. A veces me molestaba el optimismo del chico frente a mi, pero eso lo mantenía en pie y el a mi, por lo que también a veces lo adoraba.

- ¿Sabes? Me siento ya como todo un padre.

- ¿Por comprarme un pantalón de chándal?

- No. Ni siquiera me siento de mi edad. Me siento mayor...

- Lo sé, te entiendo, es tan terr...

-... Y me gusta -Me sonrió, tomando mi mano para comenzar a caminar a la zona de restaurantes pequeños dentro del centro comercial. Me dijo que pidiera lo que yo quería, que desde ahora en adelante yo sería la consentida. Y esta vez no me negué, pedí un helado de oreo que sabía a gloria y al parecer .. al bebé... Uhm... También le gustaba, pues no me hizo devolverlo o rechazarlo. Comimos un par de cosas más mientras nos reíamos, luego vinieron las fans, se tomaron fotos y con ellas vinieron las felicitaciones falsas, "Ponle mi nombre" me dijo una, le dije que lo anotaría en primera opción el nombre que nunca supe, me entro la risa. Nos quedamos unos minutos más antes de que todos se dieran cuenta que Shawn estaba ahí, para mi suerte, las chicas respetaron mi estado y escuche decir algunas "Ella esta embarazada, dejemos los" y sentí total agradecimiento.